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Ponce vuelve a reinar en València

El chivano es el triunfador de la Feria de Fallas con un total de cuatro orejas y dos puertas grandes que ya suman un conjunto de 39 salidas a hombros en la capital - Andrés Roca Rey mantiene su idilio triunfal con el coso de Monleón

Ponce vuelve a reinar en València

Enrique Ponce ha arrasado con las previsiones y se ha convertido contra pronóstico en el verdadero protagonista de la recién terminada Feria de Fallas, en la que ha conseguido dos puertas grandes y ha dejado tres faenas para el recuerdo que lo reconcilian con la afición valenciana, tras varias temporadas de decepciones. La primera de ellas -con polémica presidencial incluida al negarle el usía el trofeo que le solicitaba la mayoría- estuvo marcada por la ambición sin límites del chivano, que exprimió a un toro de Garcigrande hasta la última gota. La segunda, de torero herido en su orgullo, plena de determinación y su habitual conocimiento enciclopédico del toreo, en la que consiguió la primera puerta grande. La tercera, ante un torete de Juan Pedro Domecq, con la resaca del triunfo obtenido la víspera, en la que compuso una obra torera al alcance de muy pocos espadas y que le aseguraba su segunda salida a hombros y el galardón de triunfador de la feria.

Por su parte, el matador de toros Andrés Roca Rey ha sido el diestro joven más destacado del abono josefino al desorejar por partida doble al mejor ejemplar de la corrida de Núñez del Cuvillo, con el que consiguió una faena plena de entrega y determinación, y por la que continúa su particular idilio con la afición valenciana. Cuatro actuaciones, cuatro puertas grandes consecutivas.

Paco Ureña y Román Collado cierran la nómina de diestros destacados de las Fallas de 2018. El lorquino dictó una lección de vergüenza torera al jugarse la vida a carta cabal ante los dos toros más deslucidos de la corrida de Garcigrande. Al que cerraba plaza consiguió arrancarle la oreja pero tras propinarle éste una paliza que le produjo un politraumatismo, varetazos en la pierna derecha, erosiones en ambos miembros inferiores y una contusión costal y cervicodorsal con contractura del raquis cervical. Román Collado también consiguió un trofeo, pero tan solo pudo cumplir el primero de sus dos compromisos. La indudable responsabilidad del diestro de Benimaclet brilló con especial énfasis ante el tercer toro de Jandilla, que le propinó una cornada de 20 centímetros en la región axilopercoral izquierda, con sección casi completa del músculo pectoral mayor de pronóstico reservado y que le impidió comparecer el día 19 de marzo como era su intención.

En el campo de las ganaderías, Alcurrucén ha sido la divisa que mejor posicionada sale del ciclo josefino. No lidió una corrida completa y de cinco animales que saltaron al ruedo de la calle Xàtiva, cuatro fueron de nota. El toro más bravo de la feria, al que David Mora solo cortó una oreja, perteneció a los hermanos Lozano. «Economista» tuvo virtudes como la humillación, codicia y duración, además de cumplir en el tercio de varas. En menor medida, también de Alcurrucén, saltaron a la plaza con ritmo y exigencia «Amoroso», «Fogonazos» y «Arrogante».

Roca Rey cortó las dos orejas a «Rosito», de Núñez del Cuvillo, después de potenciar virtudes como la transmisión y un gran pitón izquierdo que tuvo recorrido. «Vivero» y «Retama», ambos ejemplares de Fuente Ymbro, también sacaron nota en Fallas. El primero tuvo calidad y empuje por el pitón izquierdo y el segundo fue encastado. «Carterista», al que Jesús Enrique Colombo le cortó una oreja, fue otro animal importante lidiado en el ciclo josefino y «Jarretero», también de Victoriano del Río, fue buen ejemplar pero se rajó.

Los blandos y suaves astados de Garcigrande-Domingo Hernández y Juan Pedro Domecq, carentes de emoción con unas embestidas que daban la impresión de animales inocentes, no cumplieron sus expectativas. Asimismo, la presentación de los toros ha sido reprochada por los aficionados durante toda la Feria de Fallas porque se lidiaron animales faltos de seriedad y categoría para ser la primera feria de primera. Un hecho que, desgraciadamente, se repite ciclo tras ciclo. Hay que mejorar en la elección del toro, la parte fundamental de la fiesta taurina.

El novillero que más emocionó en la Feria de Fallas fue Jesús Chover, un joven que estuvo valiente y salió a hombros tras lidiar un gran lote de Fernando Peña. El valenciano sigue el estilo de su maestro, El Soro, con un concepto explosivo y de lidiador total que siempre ha gustado en la capital valenciana.

Toñete y el alicantino Jorge Rico, que andan en la búsqueda del estilo propio, dejaron buena imagen en la mala novillada de El Juli, donde Marcos cortó una oreja tras mostrarse correcto con una labor aseada sin dar ese paso necesario para obligar a un animal que respondió y no tuvo peligro.

Los rehileteros Ángel Otero, de la cuadrilla de David Mora; y Sergio Aguilar, de las filas de Álvaro Lorenzo y el novillero Marcos; dejaron grandes pares de banderillas con ajuste y exposición. Javier Ambel, al lado de Miguel Ángel Perera, destacó en la templada lidia al flojo quinto toro de Juan Pedro Domecq.

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