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Cine

El hombre que se mete en el monstruo

El actor Jonás Torres interpreta a Antonio Anglés en la película «75 días», que narra la investigación del triple crimen de las niñas de Alcàsser - Lo que queremos es que la gente se cuestione y se haga preguntas. Y si se reabre el sumario B, mejor»

El hombre que se mete en el monstruo

¿Cómo interpretar a alguien del que apenas se tienen datos? ¿Alguien desaparecido desde hace 25 años y cuyo nombre es sinónimo de unos de los asesinatos más atroces de las últimas décadas? Es el reto al que se enfrenta el actor Jonás Torres, quien da vida a Antonio Anglés, uno de los acusados por el crimen de las niñas de Alcàsser, en la película 75 días.

Torres se apresura a avanzar que «en la película vamos a ver, sobre todo, aspectos relacionados con la investigación, con los errores que se cometieron en su momento; en los 90 no se tenían todas las facilidades de ahora», explica el intérprete que destaca que la cinta -que se estrenará este mismo año- «no se va a centrar en el morbo». De hecho, dice, las niñas -Miriam, Toñi y Desirée- «salen solo cinco minutos». «La intención es hablar sobre el caso, su resolución». «No habrá sangre», puntualiza, al tiempo que asegura que «vamos a respetar la memoria de las niñas y a su familia».

De su personaje, de Antonio Anglés, destaca que la película se centra en «aspectos que no se conocen o que en su momento se dejaron más de lado». Por ejemplo, señala la «homosexualidad de Antonio Anglés, que era más que evidente». «No se le conocía ninguna novia». Explica el actor que «se le ha querido relacionar con una mujer a la que dio una paliza y por lo que fue a la cárcel, pero en realidad ella solo era quien le pasaba droga». «No se le conoció ninguna relación heterosexual, pero gente de su entorno sí sabía que tuvo parejas homosexuales y en la cárcel también se le conocía relaciones homosexuales». Además, señala que la cinta abordará también la relación familiar de Anglés, «una situación difícil, que venía de una familia desestructurada».

Personaje «ambiguo»

Para Jonás Torres, este es «un personaje muy difícil» por ser un asunto -el del crimen- «tan delicado». «He intentado empaparme de testimonios de amigos y familiares», pero, añade que «algunos, incluso, son contradictorios». Para el actor, lo más duro de este personaje es la «ambigüedad». «Depende de con quien hables, incluso en su familia, hay quien le defiende y dice que era inteligente, frío, tranquilo, educado,? otros decían todo lo contrario, que era agresivo y maleducado. Lo más difícil es crear una estructura de personaje coherente. Dentro de la película veremos distintas facetas de él. Hay escenas muy violentas y otras con un Anglés tranquilo y pausado. No sigue una línea recta de comportamiento sino muy cambiante», explica.

Meterse en la piel de Anglés no ha sido fácil. No solo por los pocos datos que se tienen de él, sino por lo que supone su nombre en toda España y su participación en uno de los crímenes que más han conmocionado al país. «Los más duros fueron los primeros días, cuando me preparé para el casting, que fue cuando más me documenté; el primer día tuve pesadillas y me costó dormir. Pese a no haber querido entrar en el morbo, solo leyendo entrevistas, viendo documentales o algunas imágenes me costaba bastante hacerme a la idea de lo que pasaron estas niñas. En los primeros ensayos lo tenía muy presente. Según pasa el tiempo me puedo desprender del personaje, lo tengo asumido. En los ensayos profundizo y al salir desconecto», dice Torres.

Cuando ocurrieron los hechos -1992- Torres tenía tan solo dos años por lo que no fue consciente del alcance del crimen. «En su momento no conocía muy en profundidad datos precisos ni la conmoción y todo el revuelo que se levantó en su momento. Fue una sorpresa descubrir todo lo que supuso. No sabía que había tantísimo trasfondo y conspiraciones. Lo peor -lamenta- es que aún no se ha llegado a aclarar del todo, por eso también se hace esta película. Hay muchos datos que se presentaron en el juicio, como siete pelos que se descubrieron en la autopsia de siete personas diferentes que no eran ni de Miguel [Ricart] ni de Antonio, así que se supone que habría más personas implicadas. Lo que queremos es que la gente se cuestione y se haga preguntas y si se reabre el sumario B, que existe y está paralizado, mejor», señala el intérprete.

Por el momento, no se plantea si Antonio Anglés llegará a ver o no la película. «Ni siquiera sabemos si estará vivo o muerto». Pero, «le animaría a que la viera y si sirve para descubrirse y remueve alguna conciencia, habremos hecho algo bien».

A todo esto se plantea, si Anglés todavía viviera, «¿por qué no hablar con él?». «Me gustaría, más que hablar del caso, conocerle un poco más». Sin embargo, concluye que «si estuviera vivo y en la cárcel no creo que fuera a visitarle».

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