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Dobles parejas para Béla Bartók

Los pianistas Iberian & Klavier y los percusionistas Eguillor y Osca se unen a la Orquesta de València en el Palau

Dobles parejas para Béla Bartók

Béla Bartók fue un viajero y exiliado perpetuo, un músico que tras dejar atrás su Hungría natal busco en el «nuevo mundo» un exilio dorado, pero tuvo mucha menos suerte que otros músicos europeos como Dvorak. Llevaba consigo siempre un repertorio propio que le permitía ganarse la vida como ejecutante, a la vez que daba a conocer sus composiciones. Una de estas composiciones fue la Sonata para dos pianos y percusión, origen del Concierto del mismo título que mañana viernes en el Palau de la Música, y dentro del programa del festival Ensems, interpretarán el dúo de pianistas Iberian & Klavier (Manuel Tévar y Laura Sierra), los percusionistas valencianos Javier Eguillor y Luis Osca, y la Orquesta de València dirigida por Pablo Rus Broseta.

«Es una pieza extraordinaria en todos los sentidos, en su belleza, la particularidad de su lenguaje y el poder que nos da para exhibir las cualidades de las obra», explica Manuel Tévar. «La complejidad rítmica, la conjunción entre los cuatro instrumentos es bastante complicada, pero eso hace que sea muy motivador -añade Laura Sierra-. Nada del repertorio de la agrupación entre piano y percusión suele ser fácil, pero funciona muy bien. Al piano le favorecen los timbres y los colores de la percusión».

Tal como recuerda Manuel, Bartók compuso esta pieza «para tocarla con su esposa en las giras, y después su editor se dio cuenta de su valía para hacer una parte orquestal. Era difícil partir de una sonata así para hacer algo orquestal, pero Bartók vuelve a brillar. Es muy exigente para todos».

Concede por su parte Luis Osca que ese «maridaje» entre piano, percusión y orquesta que propone el compositor húngaro «es casi siempre fácil, porque la percusión siempre ha ido acompañada bien del piano. Pero en este caso es especial por Bartók por primera vez pensó en juntar unos instrumentos que por separado ya se conocían, experimentar con ello y ponerlo en una partitura».

A caballo entre dos siglos

Señala el pianista que el concierto que sonará mañana en el Palau es una de las mejores muestras musicales del eclecticismo del XX. «Bartók fue muy visionario, porque logró cabalgar con maestría sobre el siglo XX pisando al mismo tiempo el XXI. Eso dice mucho de su maestría y de por qué su música se entiende ahora mejor que entonces».

«Es todo -añade Laura-, la construcción, cómo está compuesta? Es la primera vez que la montamos y tocamos con orquesta, y nos ha sorprendido la expresividad que tiene».

Efectivamente, hasta ahora, Iberian & Klavier nunca se habían enfrentado a esta obra del compositor húngaro. Sí lo habían hecho, en cambio, los dos percusionistas solistas. Prepararse ha obligado a las dos parejas a viajar para preparar el concierto «Al ser un concierto cuya raíz es un cuarteto, y ser un trabajo de pura cámara, obliga a entenderse los cuatro a nivel de sonoridad, matices y ritmos -explica Javier Eguillor-. Primero ellos se prepararon por una parte y nosotros por otra. El siguiente paso fue juntarnos los cuatro y plasmar cada uno sus ideales para formar un cuarteto y un ideal común. Y el tercer paso fue el martes cuando el director Pablo Rus nos trabajó a los cuatro, y hoy (ayer) lo ha acoplado a la orquesta. Y ahí surge la magia y la fuerza de este compositor y de esta obra.

«Para este tipo de conciertos siempre hay un trabajo primero de ladrillo -explica Tévar-, pero cuando hemos empezado a trabajar con la orquesta, a poner las cortinas, nos hemos dado cuenta de que la casa ha quedado muy bonita».

Tal como recordaba ayer Eguillor, Bartók apenas empezó a saborear el éxito en los días finales de su vida. «Pero ahora su lenguaje se entiende mejor -añade Laura Sierra-. Es un lenguaje muy elaborado y que hay que masticar. Pero estamos trabajando con mucho mimo y detalle para conseguirlo».

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