La instalación en el Claustro de La Nau titulada "El juego del color" muestra el tratamiento del color que hace el pintor valenciano Rafael Armengol en sus obras. Desde 1967, en que hizo algunos de los primeros cuadros trabajando la difracción de los colores, basándose en la visión de la imagen en los mass media, esta desestructuración de la luz ha sido un signo de identidad cabal de su obra.

"El juego del color" está compuesta seis grandes paneles de metacrilato, que se expondrán en el claustro, situados entre las columnas, toda la gama de colores del arcoíris. De esta manera, los paneles enseñan cómo a partir de distintas intensitades de los tres colores primarios luz (verde, amarillo y azul) se pueden percibir diferentes colores. Además junto con estos vitrales, se exhibirán dos lienzos de Armengol sobre la figura de Joan Lluís Vives, tratado siguiendo su método cromático.

A la vez, en la primera planta del patio, se exhibirán tres grandes mosaicos (de 3 metros x 3 metros). A partir de la ampliación de la obra de Tiépolo "Joven con mandolina" se mostrará la imagen con diferentes resoluciones de cuadrícula.

Todo ello animará al visitante a adentrarse en la naturaleza del color, y a visitar la exposición "Parejas de Tiépolo", instalada en la sala Martínez Guerricabeitia.

El origen de los experimentos con la luz

Isaac Newton fue el primero que experimentó con la luz solar, cuando hizo pasar un rayo de luz por un prisma de vidrio. Aquella difracción de la luz fue el inicio de una apasionante investigación sobre la naturaleza del color. La difracción del prisma de Newton originó siete colores alineados, tal como se ven en el arcoíris, y que Newton denominó espectro o iris. Eso le llevó a definir el fenómeno de la refracción, la curvatura o angulación de los diferentes colores cuando la luz pasa a través del cristal. Newton estableció este concepto, tan innovador como apasionante: la luz es color.

Posteriormente, tanto Thomas Young como James Clerk Maxwell relacionarían la naturaleza de los colores con su longitud de onda. De esta manera, si se parte de una desviación mayor hacia otra menor se observan los siguientes colores puros: violeta, azul, cian, verde, amarillo, naranja y rojo. Cada color tiene una longitud de onda, y se dobla o se refracta en un ángulo diferente respecto al prisma. Los colores puros son aquellos que nacen de un solo rayo de luz blanca homogenea o monocromática: los llamamos colores puros porque si invertimos el prisma, los siete colores vuelven a darnos la luz blanca.

Dónde: Centre Cultural La Nau de la Universitat de València

Fecha: Del 12 de abril de 2018 al 20 de mayo de 2018

Horario: De lunes a sábado, de 8 a 22 horas. Domingos y festivos, de 10 a 14 horas

Entrada libre