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Carlos Mayoral: "La mayor radiografía de la España actual la da la literatura"

«Antes un escritor se moría de hambre, ahora todo parece postura de mercado»

Carlos Mayoral. l-emv

P Su libro es una visión moderna de los clásicos. ¿Y si ni siquiera así la gente los lee, qué hacemos?.

R Gran parte del estigma que sobrevuela a los clásicos tiene que ver con una niñez trágica en torno a ellos, la del típico niño al que le han obligado a leer obras renacentistas y en un castellano bastante arcaico, como La Celestina o el Lazarillo.

P También es de esas generaciones a las que les han obligado a leerlos.

R Los he sufrido e incluso los he odiado. Crecí con esa frase hecha que dice quien no ha leído El Quijote: «no es para tanto». Pero después en Filología, me di cuenta de que estaba ante el mejor libro de la historia. Mi libro es un poco lo que es la literatura: una relación íntima y totalmente intransferible entre un lector y una obra.

P En eso su libro me recuerda a "Las palabras de la tribu" de Umbral

Umbral y su maestro Gómez de la Serna despojaron al análisis literario de ese traje gris que siempre lleva. En España parece que para que una crítica literaria funcione y sea veraz y digna, ha de tener unas palabras muy académicas y un tono muy solemne, algo que no pasa en los países anglosajones o francoparlantes.

P ¿Es correcto darle una lectura ideológica a los clásicos?

R Si nos queremos ceñir a preceptos morales del siglo XXI, el corte no lo pasan el 90% de los creadores. Hubo un movimiento que decía que Machado era un pedófilo por casarse con una chica de 16 años. Estamos juzgando un acto cometido en 1909 bajo la escala de valores de un siglo después. No es justo con el creador ni con la obra. Y pasa con Miguel Hernández, que lo sacas a la palestra y te dicen «era un miliciano excelente». No mire, lo primero es que era un poeta excelso.

P ¿Habrá quien escriba a la actual crisis del país tan bien como lo hizo la generación del 98?

R Ese punto regeneracionista del 98 no se ha perdido en España. Pero ellos son una generación excelsa y si comparamos alguna cabeza de ahora con la de Unamuno, Azorín o Valle saldrá claramente perdedora. Pero se ha mantenido el punto reivindicativo de la literatura y ahora la mayor radiografía de la actualidad la dan Chirbes, o Nacho Carretero, o Sergio del Molino. Parece que España es un país abocado a encontrar su realidad en su literatura, sin grandes filósofos ni corrientes de pensamiento pero con corrientes literarias inigualables..

P ¿Se puede tener en el siglo XXI una vida literaria como la de Valle Inclán?

R Se puede tener pero hoy el escritor es juzgado en otros parámetros. Ahora la literatura se ha convertido en un producto, y sabemos que si hay una persona relacionada con el corazón y decide sacar un libro, la editora va a hacerse de oro. Esto hace que el escritor sea parte del producto y le quita algo de autenticidad. Antes los escritores se morían de hambre a costa de hacer lo que más querían, y ahora cuando aparece un escritor todo parece postura orquestada por el mercado..

P En su libro no hay ningún autor español que no escriba en castellano. ¿Hay poco interés en la meseta por lo que no sea de allí?

R Quizá es una cuestión de competencia lingüística y que las lenguas como el catalán o el gallego tienen un estallido literario tardío€ Hay un mayor estudio de la literatura castellana a lo largo de los siglos, que de la catalana por ejemplo. Y eso hace que el sistema educativo no se fije en ellas y no se acerquen a ellas tanto las editoriales€ Pero no creo que sea tanto que el lector en castellano se niegue a leer, por ejemplo, a Josep Pla o a Gimferrer porque escriban en catalán.

P ¿El problema actual de España es que los catalanes no han leído a Unamuno y los castellanos no han leído a Pla?

R Quizá el problema sea que los catalanes sí han leído a Unamuno pero los castellanos no han leído a Pla. Pasa también con las mujeres. Del XIX para atrás me cuesta horrores hablarte de mujeres escritoras, igual que del XIX para atrás es difícil que nos lleguen escritores catalanes al resto de España. Está claro que hay un déficit de estudio.

P ¿En España se lee poco o se lee mal?

R Las dos cosas. Se lee muy poco, se tiene poco hábito lector. Hay encuestas que dicen que el español dedica una hora al día para leer, pero creo que no es tanto una cuestión de horas sino de necesidad. En la mayoría de gente no existe la necesidad de leer. La literatura se ha convertido en un producto y no siempre tiene que ver con la calidad.

P ¿Cuando lee la lista de libros más vendidos se mesa los cabellos o mira hacia otro lado?

R Me meso los cabellos, claramente. Ahora se ha puesto de moda la poesía, lo cual me parece un milagro pero me hace preguntarme porque vende tanto este poeta tan joven, guapo y cantautor y no venda, por ejemplo, Caballero Bonald. Al final cada uno tiene sus motivos, pero no me cabe duda que a ese número tan gigante de ventas no lo mueve la calidad literaria.

P Lo de la poesía es un fenómeno. En mi pueblo parece que uno de cada cinco jubilados ha publicado un libro de poemas.

R Responde a una simple cuestión de facilidad. Una novela, sea buena o mala, exige un determinado tiempo. En cambio, escribir cuatro versos sin idea de perspectiva, ritmo, rima ni nada, exige apenas 20 minutos. Jaime Gil de Biedma tardó 10 años en escribir Pandémica y celeste.

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