P ¿Cuál es la fórmula para llegar a soplar veinte velas sobre el escenario?
R Pues la verdad es que no lo sé, y por eso lo celebro. Me parece todo un milagro, como para estar muy agradecido a toda la gente que lo ha hecho posible. Me gustaría pensar que la gente te premia siéndote fiel. Se trata de celebrar todo lo aprendido, todo lo vivido, de reconocer las deudas que uno tiene, rindiendo homenaje a otros autores y otros intérpretes. Grabar el disco en vivo es una forma de dejar constancia de lo que uno ha aprendido no sólo a la hora de componer, sino también de estar en el escenario. Nosotros cada vez hacemos unas puestas en escena más teatrales, construyendo un relato en torno al recital, y la mejor forma de plasmarlo era a través de este formato.
P ¿Qué le contaría hoy papá, parafraseando una de sus canciones más exitosas?
R Los padres de nuestra generación ya nos están contando algunas cosas. Cuando salen a la calle los pensionistas a reivindicar un derecho que se está perdiendo nos están contando otra historia: cómo estamos viviendo un retroceso en muchos derechos y libertades. Ellos, que saben lo mucho que costó acceder a este estado de bienestar, nos están poniendo a todos en alerta. Yo creo que no podemos permanecer impasibles ante la precarización a la que se está sometiendo a toda la sociedad.
P ¿Sigue siendo necesaria la canción protesta?
R Yo creo que sí, siempre lo ha sido. Este retroceso no es algo nuevo, es el final de un largo proceso de desgaste del estado de bienestar, de revisión del discurso que hasta ahora imperaba. El estado de bienestar hasta hace cuatro días era algo incuestionable y a día de hoy se nos dice que es insostenible. En un discurso además bastante cínico, lleno de contradicciones, porque nos dicen por un lado que hemos salido de la crisis, y por otro lado nos dicen que no hay recursos suficientes, viendo además cómo se están disparando los beneficios de las grandes empresas que cotizan en el Ibex. El tiempo que nos toca vivir ahora era algo que se podría haber previsto de alguna manera y que de hecho algunos habían predicho. Quizás los cantautores, tratando de mantener viva la llama de esa canción protesta, alertaban ante lo que podía ocurrir.
P Sobran temas para las letras de protesta...
R Pues sí, por desgracia yo creo que sí. En cualquier caso la mirada crítica hacia la realidad siempre es necesaria. Siempre hay que ser exigente y ambicioso en cuanto a la mejora del mundo que nos toca vivir.
P El concepto de cantautor estuvo muy valorado hace unos años para caer después en una suerte de «desprecio». ¿En qué punto se encuentra ahora?
R Es verdad que el término cantautor se ha intentado estigmatizar. Y tiene que ver con lo que hablábamos antes, con que se cuestionaba la vigencia de la canción protesta, de esas expresiones artísticas que tienen una mirada social, que se hacen eco de las inquietudes colectivas. Se había impuesto una estética musical que tiene que ver con el puro escapismo y era un poco menospreciado o caricaturizada la figura del artista que a través de su expresión musical se hacía eco de las inquietudes y los problemas colectivos. Somos hijos de una sociedad hiperindividualizada y había que cantar a nuestras frustraciones, a nuestras miserias, había que, como mucho, mirarse el ombligo y plantear propuestas para escapar. Pero no así una canción que nos permitiera mirarnos los unos a los otros y establecer vínculos que tienen que ver con el proyecto social colectivo. Sí es cierto que se ha visto un tanto maltratada la figura del cantautor, injustamente, porque yo creo que la canción de autor es un género como tantos otros y siempre va a haber un espacio para el cantautor. De hecho a día de hoy están surgiendo nuevas voces, nuevos valores, y existe una gente muy joven que demanda este género y esta forma de entender la música. Así que siempre va a estar vivo.
P ¿Con qué cantautor de la nueva hornada se queda?
R Yo creo que María Rozalén es el exponente más claro de la artista que trata muchos temas con sensibilidad poética e incluso social, y con un discurso honesto y coherente.
P ¿Hacia dónde va su futuro tras estos veinte años de trabajo?
R Esto es un eterno aprendizaje, es la eterna búsqueda de una voz propia que a uno lo identifique. No sabría decir hacia dónde voy a ir a partir de ahora, porque quizás este disco suponga un punto de inflexión y sea un momento para madurar, para aprender, para viajar y tratar de incorporar el aprendizaje y el bagaje de todos esos viajes. Yo creo que la edad a uno le va haciendo más permeable y le hace cuestionarse cada vez más lo que uno hace. Es un momento para pensar qué quiero hacer a partir de este momento.
