Bombas Gens ha querido dar una vuelta de tuerca a su relación con el barrio de Marxalenes. Lo ha hecho a través del proyecto colaborativo «En Marxa», formado por una veintena de vecinos del barrio que han tenido que asumir el rol de artistas, comisarios, guías y -en definitiva- ciudadanos para mostrar los frutos de más de un año de reflexión. El trabajo de este colectivo intergeneracional se ha materializado en una exposición fotográfica y en tres visitas guiadas al barrio que ahondan en los espacios simbólicos e históricos de Marxalenes. La muestra se inaugurará a las 12.30 horas el domingo tras la visitas guiadas a los tres itinerarios realizados para la ocasión.
«Desde el principio, la directora de la Fundació Per Amor a l´Art, Susana Lloret, y la directora del centro, Nuria Enguita, tenían claro que querían gestionar un espacio artístico permeable al contexto social del barrio. Su intención era iniciar un proceso que partiría desde el ciudadano para visibilizar el arte sin ese caparazón, causante de que muchos vean el arte como algo inaccesible», asegura Sonia Martínez, coordinadora de actividades culturales y educativas del centro.
La idea surgió mucho antes de que el centro de arte, situado en la antigua fábrica de bombas hidráulicas, fuera una realidad. Pronto se pusieron en contacto con La Dula, una empresa especializada en procesos participativos, para que formara parte del proyecto. «Que un centro de arte se quiera vincular de esta manera a su vecindario es fantástico», explica Mireia López, integrante de La Dula. Bombas Gens lanzó una convocatoria para la adhesión al grupo de trabajo, y no pararon de sumarse vecinos de Marxalenes hasta la cuarta sesión de trabajo. «Les daba vértigo ´trabajar´ para un museo, y aún más cuando no se pedía nada específico de ellos. Algunos decían: ´No sé si soy la persona adecuada para estar aquí´», recuerda López. «No sabíamos lo que iba a surgir de nuestras reuniones», comenta Sonia Martínez. Tanto ella como Nuria Enguita trataban de introducir en las reuniones conceptos procedentes de las exposiciones del centro, como «Bleda y Rosa. Geografía del tiempo», que reflexiona sobre la relación entre el pasado y el presente, y sobre el discurso acerca de la visión.
En estos debates surgieron localizaciones como la antigua estación de tranvía de Marxalenes o una rampa situada cerca de la calle Gregorio Gea, donde los jóvenes se sientan a conversar y a comer pipas. Pronto se dieron cuenta que, entre todos, estaban dibujando un mapa del barrio con diferentes enclaves simbólicos que incluía también lugares de los barrios de Tendetes y Saïdia. El resultado fue la definición de tres itinerarios: «Lugares de encuentro», el nacimiento de la barriada y su desarrollo desde 1947; «La huerta. Espacios verdes», un recorrido por las alquerías del barrio; y «Conexiones», un viaje en el tiempo por los medios de transporte o los acontecimientos que han marcado el barrio. Cada vecino pasó a formar parte de un itinerario para documentarlo y ponerlo en contexto. El resultado fue una muestra formada por 13 paneles que documentan estos lugares, donde residen recuerdos y acontecimientos de decenas de generaciones. Los integrantes de «En Marxa» guiarán a vecinos del barrio por sus itinerarios el próximo domingo, antes de la inauguración de la muestra fotográfica, que además, incluirá un video sobre el proceso de trabajo del colectivo.
La exposición, en la que también han participado los alumnos del ciclo formativo de Sonido del Instituto Comenius, se podrá visitar hasta el próximo 13 de mayo.
