«Hacía tiempo que no veía la plaza con tanto ambiente», comentó un espectador del tendido a su compañero de localidad durante el desfile por el ruedo de la reinas de la fiesta en Utiel. Victorino Martín mandó cinco toros de revista con casta, aunque algunos blandearon, para su debut ganadero en Utiel. El que hizo segundo no se debió lidiar por falta de presencia.

Rubén Pinar tuvo un primer oponente con buen estilo por el pitón izquierdo. El diestro de Tobarra entendió al victorino y lo llevó largo y templado. No se ajustó por la mano derecha, donde el animal se mostró con más sentido. Una estocada desprendida y un golpe de descabello fueron el pasaporte para la oreja.

Pinar arrancó la oreja al cuarto de la tarde tras una faena de arrojo y sitio. El torero albaceteño consintió, tragó y llegó mucho a un toro orientado que se frenaba a medio muletazo. Salió en hombros.

El aspecto excesivo de novillo que tuvo el segundo de la tarde puso los tendidos en contra del torero. Nunca debió salir por toriles semejante raspa, pero una pelea en chiqueros y una baja de sus hermanos por cornada, hizo que entrara en el sorteo. Alberto Gómez, dispuesto, insistió sin fortuna.

El toro que hizo quinto fue el mejor de la victorinada. Utiel vibró con «Esculpido», número 41. El toro, precioso de hechuras, llevó al caballo hasta el centro del ruedo en el único puyazo que recibió y en la muleta de Alberto Gómez desarrolló recorrido y duración. Puro almíbar para el torero porque embistió suave y humillado al ralentí pero Gómez acusó la falta de oficio y el animal fue ovacionado en el arrastre.

Jesús Duque dio una vuelta al ruedo tras una faena interesante donde hubo pasajes de lentitud por el pitón izquierdo. Antes, el buen victorino, con ritmo y duración, hizo una salida explosiva y saltó al callejón dejando al público en vilo. Una estocada defectuosa y un golpe de verduguillo dejaron su labor en premio menor.

El sexto de la tarde fue el otro buen toro de la corrida aniversario. «Ordenante», número 88, tuvo recorrido y una extraordinaria codicia. Duque realizó un quehacer con seriedad, decisión y técnica pero falló con el estoque repetidamente. Saludó una ovación. Su estancia en Salamanca y México le han servido para coger cadencia y saber esperar a los animales.

No hubo lleno pero el ambiente rezumaba expectación. Hay que reconocer el esfuerzo de Antonio Peinado, banderillero retirado y empresario de Utiel, por organizar el aniversario de una plaza de leyenda con los célebres victorinos.

La mayoría de ocasiones en el mundo del toro, la historia queda ignorada y perdida entre las hojas del calendario. Este no ha sido el caso.