La jueza del Caso IVAM, Nuria Soler, ha decidido imputar al hijo del escultor Gerardo Rueda por la venta de obras falsas al museo valenciano por valor de 3 millones de euros, además de promover exposiciones para revalorizar la obra del autor, fallecido en 1996.

La magistrada del Juzgado de Instrucción 21 de València también decide en el mismo auto de imputación de Rueda la investigación de sus cuentas corrientes desde 2004 hasta 2015. Unas pesquisas que hace extensibles a las cuentas bancarias de Consuelo Císcar, sobre las que había puesto la lupa entre los años 2008 a 2014, aunque a partir de ahora las hace extensibles a los años 2004 a 2007.

Esta decisión notificada ayer a las partes la adopta la magistrada tras la petición de la Abogacía de la Generalitat y la Fiscalía Anticorrupción de considerar investigado al hijo de Gerardo Rueda, José Luis Rueda, tras las numerosas irregularidades detectadas en la contratación de 8 obras de arte del fallecido artista por 3 millones.

En un detallado auto de 52 folios, la magistrada del Caso IVAM relata las sospechas confirmadas por varios peritos y expertos en arte de que las obras adquiridas por el IVAM como originales de Gerardo Rueda, en realidad eran copias realizadas casi diez años después de la muerte del escultor por la Fundición Capa, bajo la dirección del heredero de Rueda y con pleno conocimiento por parte de trabajadores del IVAM de que se adquirían obras que no eran originales. De hecho, la escultura «Gran relieve», vendida por 360.000 euros por el heredero del escultor al IVAM como «original», en realidad consta que fue donada en 2002 por el mismo José Luis Rueda al Museo Reina Sofía.

La investigación dirigida por la Unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) de la Policía y la Fiscalía Anticorrupción también ha permitido confirmar que Rueda decidió qué empresas y profesionales participaron en la elaboración de catálogos y las exposiciones que organizó y pagó el IVAM para, fraudulentamente, revalorizar la obra del fallecido escultor Gerardo Rueda.