Para Dimitri de Perrot, «deambular» es viajar a lo desconocido, adentrarse en un lugar oscuro en el que sólo el sonido y algún destello de luz te indica el camino a seguir. Deambular es «una experiencia física que expresa lo no visto, lo invisible e incomprensible, cuando cosas más allá de la aceptación deben ser dichas», explica este artista suizo que desde ayer ofrece su propuesta «Dreams & Nightmares» en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM), dentro de la programación del Festival 10 Sentidos

Acompañada con imágenes del fotógrafo Jean Revillard, esta intervención artística - que permanecerá en el museo de la Diputación hasta el 20 de mayo- pretende hacer que los espectadores reflexionen sobre conceptos como «la deriva y el deambular» de los refugiados a través de una instalación multisensorial. Así, los visitantes pasearán por un «bosque de sonidos, luces e imágenes».

La obra fue presentada ayer por el jefe de Producción difusión cultural del MuVIM, Marc Borràs; las directoras del festival, Inma García y Meritxell Barberá y los artistas Dimitri de Perrot y Jean Revillard. Se trata de una instalación «multicanal, interactiva y experiencial», que busca «dejar de lado» la parte visual para centrarse en «otro tipo de experiencias con el espacio», es decir, pretende sacar la sensación de las personas por el espacio en el que están, en lugar de por los estímulos visuales, según explicó de Perrot. El autor eligió una «nueva forma de contar historias» y se planteó tratar el proceso migratorio y los refugiados, por lo que le vino a la cabeza la idea de «deambular», que sirve como metáfora de un viaje interior y exterior hacia lo desconocido.

De Perrot ha manifestado que inicialmente el proyecto se situaba en una sala oscura, con sonido, imágenes y luces que aparecían de vez en cuando. Sin embargo, este ha tenido que adaptarse al espacio del MuVIM y se ha transformado en un bosque de luz, sonidos y fotografías. «Se mantiene esa sensación de curiosidad que puede sentir el que pasea a través del espacio. Es una sensación abstracta, pero quería vincularlo a algo más, ver el otro mundo y las fotografías de Jean lo vinculan con el proceso migratorio», destacó.

«Dreams&Nightmares» es una composición de diferentes elementos que se unen, como las luces, los dibujos, el espacio, el sonido, la música, la fotografía, la oscuridad y el vacío, y su objetivo es «servir de estímulo» para el visitante. «Son pinceladas para que cada uno encuentre lo que hay dentro de sí mismo», resaltó.

Las fotografías de Revillard se centran en los refugios, que le recuerdan a la «libertad e independencia» de la infancia, por ser «el único lugar que tienen como hogar» algunas personas y donde se combina «sueño y miseria».