La exactriz estadounidense Meghan Markle afrontará el papel de su vida al contraer matrimonio con el príncipe Enrique, sexto en la línea de sucesión al trono del Reino Unido, con quien comparte, según ha dicho, un espíritu filántropo y los deseos de cambiar el mundo. Con su variada carrera artística, un divorcio a sus espaldas y de raza mestiza, Markle entrará en la familia real británica como un vendaval de modernidad, que tendrá que combinar con el rígido protocolo marcado por la reina Isabel II.

Trae consigo además complicadas relaciones familiares, como se demostró cuando, a cuatro días de la boda, su padre, Thomas Markle, indicó que no la llevaría al altar, después de verse envuelto en una polémica por unas fotos suyas publicadas en la prensa, como parte de una maniobra publicitaria orquestada por su hija mayor y hermanastra de la novia, Samantha Markle.

Rachel Meghan Markle, famosa sobre todo por su interpretación de Rachel Zane en la serie televisiva estadounidense «Suits», nació en Los Ángeles el 4 de agosto de 1981, hija de Thomas Markle, técnico de iluminación jubilado, y Doria Ragland, licenciada en trabajo social e instructora de yoga, él de raza blanca y ella afroamericana. La que fue actriz en ascenso y el príncipe empezaron a salir en junio de 2016, tras una cita a ciegas facilitada por un amigo mutuo, pero su relación se hizo pública el 25 de septiembre, cuando fueron fotografiados juntos en un evento de los Juegos Invictus que patrocina el príncipe en Toronto (Canadá), donde ella residía.