«Els nostres»
teatro principal (valència)
De Xavier Puchades, Patrícia Pardo, Begoña Tena y Juli Disla. Reparto: Lucía Aibar, Carlos Amador, Amador Artiga, Empar Canet, Rosanna Espinós, Cristina Fernández, Àngel Fígols, Estela Martínez, Toni Misó y Miguel Sweeney. Dirección artística: Josep Policarpo, Roberto García
Dirección escénica: Eva Zapico
Els nostres», el nuevo montaje de Teatre del Poble Valencià, sumerge al espectador en un viaje que muestra las diferentes aristas de la inmigración, plasmando tanto la realidad de aquellos que son víctimas del conflicto como la de los que pretenden controlarlo. Los autores Xavier Puchades, Patrícia Pardo, Begoña Tena y Juli Disla nos cuentan diversas historias que confluyen en una única mirada: el dolor. Y es que hay un poso de tristeza y de angustia en los textos que evoca el lastre que arrastran todos los personajes; no sólo los inmigrantes, sino también el periodista, el médico o el que, simple y llanamente, debe conducir la dolorosa travesía. Todos ellos parecen ser conscientes de la injusticia, aunque cada uno responde de forma diferente: rebelándose, sucumbiendo, adaptándose o mirando hacia otro lado.
En el espectáculo se le ha dado mucha importancia al trabajo físico de los actores, así como a las imágenes creadas por éstos. En este sentido, parece que Eva Zapico, ha intentado nivelar ambos planos -el textual y el escénico- para encontrar cierto equilibrio. Así, presenciamos monólogos muy potentes que nos hacen revolvernos en la butaca (como el de Amina o el del Capitán); pero también escenas como la de la escalera o la de la verja que provocan un enorme impacto visual. El amplio reparto se desenvuelve bien en ambos registros y, aunque la parte textual tiene cierto protagonismo, los diez actores consiguen armonizar los dos planos. También contribuye a ello la música (Luna y Panorama de los Insectos) que se utiliza como elemento de transición y ruptura entre escenas; la iluminación (Ximo Rojo) que crea distintos ambientes, o la escenografía (Luis Crespo), construida a base de contenedores y que tiene un gran simbolismo.
Es cierto que, en algunos momentos, el espectáculo se vuelve algo denso, pero también lo es que, si se pretendía dar una visión crítica lo más amplia posible sobre la problemática de la inmigración, era complicado ofrecerlo de forma más ligera.
