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El director que elevó "Tercio de Quites" a orquestas sinfónicas

Francisco Javier Gutiérrez, que se pondrá al frente de la Orquesta Nacional de Cuba, recuerda su relación con el valenciano Rafael Talens, autor del famoso pasodoble

Francisco Javier Gutiérrez dirigirá a la Orquesta Nacional de Cuba el próximo 4 de septiembre. | LEVANTE-EMV

Francisco Javier Gutiérrez, sevillano, dirigirá la Orquesta Nacional de Cuba el próximo 4 de septiembre con un programa de música española. El mismo director dirigió el pasado 18 de junio la banda de un pueblo valenciano con algo más de tres mil habitantes, con músicos no profesionales: «Así es y te diré que no dudé ni un segundo en aceptar la invitación. Yo soy de pueblo, comprendo ese sentimiento de cercanía, de trabajo generoso y desprendido. Empecé en la banda de mi pueblo. Mis hijos también lo hicieron así es que sabemos de dónde venimos; sabemos lo que significa para sus músicos el respeto de gente que ha tenido la suerte de llegar alto… Por eso acepté de inmediato la invitación de Jesús Perelló, que realiza una labor extraordinaria en Godelleta».

Entrevistar a Francisco Javier, director titular de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, es asistir a un máster acelerado de cultura musical. Pudo haber sido matemático, pues era de joven un adelantado en esa asignatura. Eligió el pentagrama: «Era mi pasión. Y además, la música es una continuada aplicación de la ciencia matemática: estructuras, proporciones, derivadas… Las matemáticas me han ayudado mucho en mi carrera musical», afirma.

Conoció a Rafael Talens, el compositor de Cullera, gracias a que el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, asistió a un concierto del 14 de agosto y soltó un «olé», al concluir la interpretación del pasodoble Tercio de Quites por parte de la Banda Sinfónica de la capital hispalense. La anécdota corrió como la pólvora y llegó hasta Cullera. Rafael Talens quiso conocer a aquel director que había elegido tan famoso pasodoble para el concierto más destacado del año. «Me adoptó como si fuera un sobrino y yo le correspondí con el compromiso de estrenarle con una orquesta sinfónica esa gran pieza», afirma. Relacionada con ese pasodoble recuerda otra anécdota vívida en Maracaibo (Venezuela). Con motivo del concierto aniversario de la independencia de aquel país: «Hacía poco del famoso ‘por qué no te callas’ del Rey Juan Carlos a Chávez. Se respiraba cierta presión en el ambiente. Programé Tercio de Quites como bis. El público se levantó entusiasmado al finalizar y el responsable del cuerpo diplomático presente derramó un par de lagrimones que me emocionaron. En aquel momento un pasodoble de un valenciano fue semilla de hermandad». De hecho, el director sevillano fue condecorado por el gobierno del departamento de Maracaibo.

Sobre la escasa presencia de la música española en los programas de las grandes orquestas considera que es «consecuencia de complejos de inferioridad. En mi caso procuro programar música española, incluso música popular. Hemos de despreciar el tópico de que lo popular no es culto». Y sobre esto recuerda que el cante jondo «era menospreciado por la gente aristocrática porque provenía de gentes de mala fama. En 1922 hubo un concurso nacional y todo cambió con la presencia y respaldo de Falla y Lorca… Y hoy hay gentes que acuden a dejarse ver». Remata el argumento con un contundente «hay marchas fúnebres de Semana Santa que, objetivamente, matemáticamente, son mucho mejores que las compuestas por Mozart o Beethoven. Y hay que decirlo así de claro. Grandes compositores actuales austríacos o alemanes se han sorprendido de la belleza armónica y melódica de estas marchas».

Ha recorrido Europa y América; ha recibido ofertas para dirigir como titular orquestas de aquí y allá pero él tiene claro que «nadie me arrancará de mi Sevilla. Tengo la agenda repleta en dos años pero mi domicilio y mi vida están en Sevilla. Es un privilegio poder vivir con mi esposa y mis hijos en el lugar donde nací, tomar un vino con mis paisanos… Eso no tiene precio. Y como me dijo un periodista andaluz: usted no se va con la música a otra parte».

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