La muestra, expuesta en la sala Alta del MuVIM, está organizada por los Amigos del Camino de Santiago de la Comunidad Valenciana y cuenta con el patrocinio de la Consejería de Innovación e Industria de la Xunta de Galicia.

Las representaciones iconográficas reflejadas en la exposición comprenden desde el siglo XII al XIX. Se trata de copias, cuyos originales están expuestos en diversos lugares y museos de España y de Europa, entre ellos, el Museu Nacional d'Art de Catalunya, la Parroquia de Santa María la Real, de Sasamón (Burgos) o la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.

Entre otras representaciones, el visitante podrá ver en Traslatio la imagen del cuerpo yacente del apóstol dentro de una barca sobre el mar, rodeado por sus discípulos, precedido o seguido por la escena de la decapitación, o por el traslado de los restos en un carro de toros hasta su posterior enterramiento en las tierras de la reina Lupa.

Durante la Pascua del año 44, el rey Herodes Agripa, enfurecido por la rápida extensión del cristianismo y deseando complacer al pueblo judío hizo decapitar a Jaime, el hermano de Juan. Jaime se convierte así en el primer apóstol martirizado.

Los judíos juzgaron al apóstol Jaime según sus leyes y no quisieron dar sepultura a sus sagrados restos mortales, ni permitieron hacerlo a los cristianos, y "echaron fuera de la ciudad el cuerpo exánime, con la cabeza, para que fuera devorado por perros y aves de rapiña" (Epístola de San León III), recordaron las mismas fuentes.

Dejar expuestos a los cadáveres de los reos a la voracidad de las fieras era moneda corriente entre los judíos y entre otros pueblos orientales. Los discípulos del apóstol, en medio del silencio y de las tinieblas de la noche, recogieron el cadáver y lo transportaron, junto a algunos de sus efectos personales, desde Jerusalén hasta Jaffa, donde había una nave dispuesta, "que surcó las aguas mediterráneas y atlánticas que separaban Palestina de Galicia por mediación de los ángeles".

Algunos autores opinan que la intención de los discípulos era llevar el cuerpo de San Jaime a la parte oriental de la península, donde el apóstol los había convertido, pero la Divina Providencia dispuso otra cosa y quiso que llegaran a la costa occidental, al puerto de Iria.

En el libro III del Codex Calixtinus se recoge también un texto muy extenso sobre la Translatio Sancti Jacobi. Ciertos o no, estos hechos se han convertido en fuente de inspiración para escritores, escultores, pintores y todo tipo de artistas.