Efe, Berlín

La película alemana Feuerherz, centrada en una niña soldado de Eritrea y envuelta en la polémica sobre la veracidad de lo que se cuenta, centró la jornada de una Berlinale que entra en la recta final algo saturada de dramas infantiles.

La historia de una niña de diez años a la que su padre entrega al Movimiento de Liberación de Eritrea compartió jornada con el drama de una mujer, Kristin Scott Thomas, que pasó 15 años en la cárcel por el asesinato de su hijo y el film israelí Restless, sobre una tormentosa relación paterno-filial entre Manhattan y Oriente Medio.

Feuerherz, dirigida por Luigi Falorni, está basada en el best-seller autobiográfico del mismo título de Senait Mehari, una eritrea-alemana. Abraham Mehrteab, portavoz de la escuela Tseba repartía octavillas contra el film. " Fui a la misma escuela que la autora y sé que la historia es falsa. Miente en todo, es una historia de las Mil y Una para vender el libro".

De otra parte la película El pollo, el pez y el cangrejo real de José Luis López-Linares hizo ayer las delicias de la Berlinale, con un épico relato sobre el campeonato mundial de cocina, "Bocuse d'Or", en el que la cámara sigue al candidato español Jesús Almagro durante la preparación del concurso. El director explicó que la personalidad del cocinero fue clave para el rodaje, que dispuso de 100.000 euros de presupuesto.

Por último, el director español Javier Gutiérrez presentó ayer su ópera prima, 3 días, una cinta a medio camino entre la ciencia ficción y el "thriller", que ambienta la llegada del apocalipsis en un pequeño pueblo perdido de interior. Con una cuidada factura técnica y unos sofisticados efectos especiales, la cinta narra las últimas horas en la vida de Ale, interpretado por Víctor Clavijo, un "chapuzas" descreído y taciturno.