Varvodic padre, quien fuera guardameta en este equipo durante los años ochenta, afirmó que ha recibido 50 llamadas al móvil y una larga serie de mensajes con insultos y amenazas por el mal juego de su hijo y pupilo.

"Denuncié los hechos a la policía ya en febrero, pero las amenazas se intensificaron. Ahora ya las envían al teléfono de mi hijo", declaró Varvodic al diario Slobodna Dalmacija.

Los mensajes supuestamente llevan la firma de la Torcida, la peña de aficionados radical, pero el entrenador considera que los seguidores del club no están relacionados con el asunto.

"No es su estilo", comentó Varvodic.

La prensa local especula con que el autor de las llamadas y mensajes es un intermediario que representa a otro portero del Hajduk, con el fin de desestabilizar a la familia Varvodic y hacer jugar a su cliente.

El histórico Hajduk está viviendo una época nefasta y ocupa la cuarta posición en la clasificación de la liga croata, a 27 puntos del campeón Dinamo, del que recibió un contundente 3-0 en la final de la Copa de Croacia el pasado miércoles.

Ayer, unos 60 hinchas radicales invadieron el campo e interrumpieron el entrenamiento vespertino para "advertir" a los jugadores y hablar con el entrenador, Robert Jarni.

El seleccionador, ex-jugador del Betis, Real Madrid y Las Palmas, aceptó charlar con los ultras para calmar los ánimos y los aficionados se marcharon sin que se registraran episodios violentos.