Cozma, de 26 años, se encontraba en bar llamado "Patrióta Lokál" junto a sus colegas del club MKB Veszprém para una celebración con motivo del nacimiento del hijo de los jugadores, cuando el grupo fue agredido por unos 30 hombres en la pista de baile.

Ákos Hunyadfalvy, presidente del club, indicó a la prensa que Cozma fue atacado cuando estaba bailando junto a su novia.

"La riña continuó en la calle, donde el jugador recibió una cuchillada en el corazón", agregó el presidente del MKB.

Los compañeros de Cozma intervinieron en la pelea para defender al jugador, pero dos de ellos, el croata Ivan Pesic y el serbio Zarko Sesum, también resultaron heridos y se encuentran hospitalizados, aunque fuera de peligro.

El guardameta número dos del Veszprém, Pesic, que antes fue campeón juvenil de kárate, fue operado y le han tenido que extirpar un riñón, debido a una cuchillada, al ser atacado desde atrás.

El central Sesum que recibió una fuerte patada en la cabeza, sufrió una rotura del cráneo, aunque ya no se encuentra en estado crítico, indicaron fuentes hospitalarias.

El padre de Cozma, que llegará esta tarde a Hungría, había declarado a la prensa rumana que está "quebrado" y agregó que ayer por la tarde habló por última vez con su hijo.

La dirección del Veszprém se reunió para tratar el tema y decidir si piden que su próximo encuentro del próximo domingo contra el Ademar León se posponga a otra fecha.

Cozma, jugador de la selección rumana desde 2002, inició su carrera en el Dinamo Bucarest y fue contratado por el Veszprém, el mejor equipo húngaro, en el año 2006.

El equipo es el actual campeón húngaro y de la Recopa de Europa, donde Cozma destacó por su habilidad en el puesto de pivote.

Según informó la policía, "las autoridades buscan con todas sus fuerzas a los autores del crimen".

La Federación de Balonmano Húngara llamó a todos los equipos a iniciar los partidos de hoy con un minuto de silencio "para conmemorar a Marian Cozma".

Los aficionados del MKB se reunieron desde esta mañana en el lugar del crimen para expresar su repulsa.

Mientras, en Rumanía el mundo del deporte ha recibido con consternación el asesinato de Cozma, un potente jugador de 2,11 metros de altura, que participó para su selección en el reciente Mundial jugado en Croacia.

El presidente de la Federación Rumana de Balonmano, Cristian Gatu, calificó la noticia de "terrible" y aseguró que la federación estudiará cómo ayudar a la familia una vez se conozcan todos los detalles del suceso, informó la agencia rumana "Mediafax".

"La vida es injusta con un joven con tantas cualidades. En torno a él debíamos construir el futuro del equipo nacional. Es una gran pérdida para el balonmano rumano", dijo Gatu.

Laurentiu Toma, compañero en la selección nacional, recordó a deportista asesinado como "un tipo alegre que nunca buscaba pelea".

Por su parte, Marcel Popescu, presidente del Club Deportivo Dinamo Bucarest, afirmó que el balonmano nacional vive un "drama".

"No puedo creerme que haya sido asesinado", agregó.