J. Bartual/P. Varea, Valencia

Los mejores aliados de la política de grandes eventos que practica el Consell de Francisco Camps desde hace años, codo con codo con el Ayuntamiento de Valencia, comienzan a mostrar atisbos de infidelidad con sus declaraciones y sus actos. Las dos últimas grandes apuestas del gobierno valenciano, la Copa del América y la Fórmula 1, no están siendo todo lo rentables que algunos esperaban. Rita Barberá, la alcaldesa del cap i casal, lanzó unos cuantos recados a sus amigos de los bólidos y los yates para advertirles que las decenas de millones de euros públicos invertidos en sus espectáculos merecen, al menos, respeto y agradecimiento.

A la alcaldesa de Valencia le ha dolido especialmente el menosprecio hacia el Gran Premio de Valencia por parte de Bernie Ecclestone, un Ecclestone al que hace sólo unos meses se abrazaba en la dársena tras oirle repetir: "Valencia is beautifull". Pero el magnate británico dijo el martes que prefiere la carrera de Barcelona y que el GP de Europa le decepcionó en su primera edición. Barberá calificó ayer de "extrañas, sorprendentes, desafortunadas y contradictorias" las palabras del patrón de la F1.

Barberá relató que la noticia le sorprendió mientras representantes del Ayuntamiento, de la Generalitat y de Valmor Sports, empresa que gestiona el circuito urbano de Valencia, celebraban una reunión de trabajo para marcar el calendario con el fin de poner en marcha la cita del próximo 23 de agosto. "Las declaraciones me parecieron contradictorias con las expresiones que había tenido con nosotros durante los dos o tres años que tenemos relación con él", afirmó Barberá.

La alcaldesa admitió que todos los presentes en la reunión se quedaron "perplejos", porque "cada vez que hemos escuchado hablar a Ecclestone, sólo le hemos oído elogios hacia Valencia e incluso admiraciones por la eficacia con la que habíamos sido capaces de poner en marcha y ejecutar el Gran Premio de Europa".

Además, apuntó que le había escuchado hablar sobre "la bondad" de la cita de Valencia, y elogiar la dársena. "Yo le he escuchado apostar reiteradamente por Valencia y no sólo en temas de Fórmula 1", aseguró Barberá, quien incluso recordó "declaraciones afectuosas hacia los administradores de Valencia y la Comunitat".

Pide una rectificación

La alcaldesa se mostró convencida de que "habrá alguna matización" a esas palabras y elucubró que "cada vez que Valencia tiene un gran acontecimiento, surgen movimientos en Barcelona para querérselo llevar", tal y como ella estima que pasó con la Copa del América: "Ahora que tenemos un gran premio elogiado, surgen voces que dicen que si tiene que desaparecer alguno de los de España será el de Valencia. Cada vez que nos adelantamos, surge algo en detrimento de Valencia", dijo.

La Copa también se complica

Precisamente con la Copa del América, la alcaldesa de Valencia tiene su otro gran dolor de cabeza, ya que una vez por unos (Alinghi y su jefe Ernesto Bertarelli) y otra vez por los otros (BMW Oracle comandado por Larry Ellison), no consigue que la competición náutica se aleje de los tribunales y se firme definitivamente la celebración de la 33ª edición, de nuevo en la ciudad.

El enésimo conflicto en los tribunales, entre ambos sindicatos, está promovido ahora por BMW Oracle. El sindicato estadounidense ha presentado una moción contra Alinghi ante en el Tribunal Supremo de Nueva York por un supuesto desacato judicial del equipo suizo, que no está de acuerdo con la fecha de la competición, establecida en una sentencia el pasado 2 de abril.

En este sentido, Rita Barberá, invitó al equipo americano BMW Oracle y al defensor, el suizo Alinghi, a "dialogar" sobre la celebración de las regatas, al tiempo que recordó el "compromiso" de ambos para que se celebren en Valencia. La primera edil reclamó "paciencia" y mandó un "claro mensaje de diálogo entre ambos", ya que, consideró que "esta nueva incertidumbre, no sólo repercute en la ciudad, que puede esperar, sino que repercute con peores circunstancias en los equipos, que están paralizados".

La alcaldesa, que lamentó "la afición" de los equipos "por ir a los tribunales, cuando tenían que bajar al mar", reiteró su invitación al "diálogo", y recordó a los dirigentes de ambos sindicatos que "se han llenado la boca de decir públicamente y por escrito que su deseo es que la competición sea en Valencia".