?

Bancaja, la entidad que prestará el dinero necesario -un total de 74 millones de euros- para que la Fundación pueda adquirir las suficientes acciones para dominar el Valencia CF, ha iniciado las negociaciones con un fondo de capital riesgo formado por inversores europeos para que esta entidad pueda comprar parte del capital social del club.

Así lo pudo saber ayer este periódico, aunque por el momento se desconoce cuánto dinero está dispuesto a desembolsar la entidad privada europea, con la que, al parecer, la caja valenciana ya ha trabajado anteriormente.

Fuentes bien informadas señalaron a Levante-EMV que, aunque ya ha habido algún primer contacto entre el posible inversor y Bancaja respecto a la situación actual del club y el interés para la compra de parte del capital, será a partir de septiembre cuando las negociaciones entre ambas partes se intensifiquen y puedan salir a la luz los detalles de esta nueva operación.

Eso sí, todo parece indicar que tanto la Fundación como la propia Generalitat Valenciana darán su apoyo a este nuevo movimiento. No en vano, si la Fundación dispondrá de los 74 millones para hacerse con la mayoría del capital social del Valencia es gracias al préstamo de Bancaja. Y si Bancaixa presta este dinero es porque el Gobierno valenciano ha avalado la operación, ya que la Fundación no tiene garantías suficientes (apenas dispone de 3.025 acciones) para pedir tal cantidad de dinero.

Lo contrario a Dalport

Con este aval, la Generalitat pretende evitar que otro Dalport quiera intentar hacerse con los destinos del club. Y, como podría ser este caso, si llegan inversores extranjeros, que lo hagan con su conocimiento y beneplácito.

Hay que recordar, en este sentido, que el sobrante de acciones que quedan por colocar (más de un millón y medio de títulos) van a pasar un un "filtro". Primero se ofrecerá a pequeños accionistas, abonados o aficionados en general para que completen los paquetes con los que obtener descuentos en los pases. El club calcula obtener de esta fase una cantidad sobre los 10 millones.

Inversores "dóciles"

A partir de ahí empieza el proceso más delicado, que es asignar "a dedo" el sobrante. La Fundación -y el club, que para el caso, en este sentido, es casi lo mismo- se han arrogado la facultad (tal como pasó en 1992, durante la conversión del club en SAD) de otorgar esas acciones a quien considere conveniente. Y, lógicamente, los beneficiarios de las mismas deben ser particulares y sociedade, de alguna forma, "dóciles". Que sean capaces de respetar la fidelidad a una sindicación y que, al cabo de unos meses, no vayan a sorprender levantándose en contra del poder. A cambio, los inversores serán convenientemente recompensados con ventajas sociales.

De todos modos, la Fundación se reservaría un importante paquete de acciones para mantener la propiedad de la entidad y no exponerla más a vaivenes sociales.

Hoy a mediodía se reúne el patronato de la Fundación para aprobar por aclamación la petición del préstamo de 72. Un préstamo que, obviamente, está ya apalabrado y concedido. Curiosamente, del patronato forma parte la Generalitat, que es la avalista de la operación.