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El sorprendente anuncio realizado por la Generalitat Valenciana, que se convierte en copatrocinadora del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 y asumirá el canon de 90 millones de euros para que las carreras sigan en Valencia los próximos cinco años ha generado duras críticas de la oposición. No precisamente desde el PSPV, cuyo secretario general, Jorge Alarte, guardó silencio. Hoy se producirá una valoración oficial.

Por su parte, Esquerra Unida calificó de "verdadero escandalazo" que el Consell, en plena crisis, asuma un coste que correspondía a Valmor Sports, la empresa encargada de la organización y cuya propiedad corresponde a Bancaja, Jorge Martínez Aspar y Fernando Roig.

Desde EU, la coordinadora general Marga Sanz, llamó a la movilización ciudadana ante el "escándalo", insistió. En un comunicado, Sanz señaló: "Si el Gran Premio de F-1 fuera rentable como dicen, no haría falta el patrocinio de la Generalitat", algo que, según dijo, "supone un ejercicio máximo de irresponsabilidad". La líder de EUPV se preguntó si "para esto quería el PP más financiación autonómica". En definitiva, "un ruinoso negocio privado mientras se deterioran los servicios públicos", resumió. Cabe recordar que la primera edición del Gran Premio, antes de la crisis y con lleno en la grada, arrastró a Valmor a unas pérdidas, según se calcula, cercanas a los dos millones, aunque no se dieron cifras oficiales.

De un modo u otro, el copatrocinio anunciado en pleno fin de semana de carreras, con el compromiso de la administración de pagar directamente el canon anual, viene a oficializar lo que es un hecho: que pese a la presencia de Valmor Sports como agente organizador la Fórmula 1 en Valencia no ha salido precisamente gratis a las arcas autonómicas.

En febrero de 2007, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, afirmaba desde la feria Fitur que el proyecto de construir un circuito urbano en la ciudad tendría coste económico "neutro". Tres años después, es complicado cuantificar ese "coste neutro". La construcción del circuito ascendió finalmente a cerca de noventa millones de euros, adelantados por el Consell. Un dinero que hipotéticamente regresará algún día a las arcas autonómicas cuando los agentes urbanizadores construyan los barrios proyectados en esa zona de la ciudad.

Ahora, con la fórmula del "copatrocinio", el Consell asumirá al menos otros noventa millones de euros: el coste del canon de 18 millones durante los cinco años restantes (2010-2014). Esa es la cifra oficial, aunque cuando se firmó el acuerdo con el magnate de la competición se aseguró que el canon ascendía a 26 millones anuales.

Gastos extra del Consell

No es la única ayuda extra de la Generalitat a Valmor Sports. Como ha publicado Levante-EMV, la empresa pública que gestiona el circuito de Cheste licitó varios contratos por valor de más de un millón de euros para equipamiento del circuito para la edición de este pasado fin de semana. Valmor aseguró que pagaría el coste.

A todo esto se unen gastos de cuantificación más complicada. Y es que la maquinaria de la Generalitat se ha puesto estos días al servicio de la celebración del Gran Premio, con la cobertura integral de Radio Televisió Valenciana (RTVV) o la cesión de edificios públicos como el del Centro de Desarrollo Turístico (CdT) de la Alameda, convertido en centro de acreditación de prensa, por citar dos ejemplos.

Comparecencia de G. Camps

Por otro lado, la nueva situación contractual en torno a la prueba abre algunos interrogantes. De momento, desde el PSPV aseguraron ayer que van a pedir la comparecencia urgente del conseller de Economía, Gerardo Camps, para explicar la nueva situación.

Del mismo modo, apuntaron que, ahora que el Gran Premio está financiado de forma oficial con dinero público, exigirán los papeles a la empresa pública Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana -a través de la que se pagarán los 18 millones anuales-. Desde la oposición socialista sospechan que el Consell "volverá a ampararse en las cláusulas de confidencialidad" -como en el caso del contrato de salida de la regata Volvo Ocean desde Alicante- para no hacerlo público.

Por parte del Consell, la inversión está plenamente justificada: El gasto turístico dejado en Valencia en la edición de 2008 alcanzó los 27,5 millones y un impacto de 1.528 empleos. Y en términos de valor de la producción el impacto total es de de 403,5 millones de euros.