Levantaba el trofeo de campeón y lo besaba lentamente, con los ojos cerrados, saboreando cada segundo. El pétreo Álvaro, el hombre que no pierde jamás la voluntad, el que aplica en toda plenitud aquellas potencias anímicas de las que se habla desde los tiempos de Platón, San Agustín o Santo Tomás; el pelotari que vive en un sin vivir para vivir triunfante el día de la final, miraba, ya campeón, el suelo del palco, expulsaba las tensiones acumuladas durante meses, y dejaba fluir en su mente, atropelladamente, mil escenas de su vida. Había besado a su hija como sólo un padre puede besarla y abrazarla. Algo le dijo la hija al oído. Álvaro, créanlo, estuvo a punto de romper a llorar, como lloraban otros que se rompían las manos aplaudiéndole.

Nunca vimos tan emocionado a Álvaro, ni tan entregado un trinquete a su figura. Asistimos a uno de esos momentos irrepetibles, que marcan la historia de esta competición, que marcan incluso la vida de un deportista y de un hombre. Conquistaba el pelotari de Faura su décimo sueño. Lo hacía tras sufrir más que nunca, por mil razones. Ha sido un "annus horribilis". Ayer levantó más orgulloso que nunca su trofeo, lo acarició con más cariño que nunca. Ha sido una lucha terrible, en una épica batalla, contra sentimientos, contra poderosas voluntades y contra un pelotari en plenitud, Genovés II, más fuerte que nunca y con más ganas que nunca de cambiar de capítulo en el libro que escribe la historia del más grande de los torneos.

Hubo una vez una final en la que Álvaro llegó a Pelayo y se encontró con una pancarta que le bloqueó. Vino a despertarse,milagrosamente, cuando la guadaña estaba a punto de segarle la vida de campeón. Alguna fuerza, quien sabe si sobrenatural, acudió a su auxilio. Gentes hubo que rezaban con fervor para que hubiera milagro. El milagro llegó y remontó un 20-55. Coincidirán conmigo en que se han reconocido milagros menos milagrosos que éste. Cinco años después llegó a Pelayo y se encontró, en la primera partida de la liguilla, con que los aficionados daban de diez a favor del rival. Era otra puñalada a su orgullo. Reaccionó y volteó los pronósticos.

Y ayer, en Sagunt, el aspirante le plantaba cara, resueltamente, desde el primer "quinze", con más descaro e inspiración que nunca. Quería derribar al pelotari que le impide vivir lo que su padre vivió. José Cabanes saltó a las losas con alegre compostura, mostrando su variado catálogo de hermosas e irrestables pegadas. Todo lo hacía bien, con la derecha y con la izquierda, de palma al aire- qué maravilla-, de "esquerre per dalt", -qué gozo- y de "manró" a un dedo de cuerda, impecable. Tiró mano del olvidado sobaquillo y nos pareció más poderoso que el de Eusebio. No digamos de "volea". Allí había un campeón que conquistaba resuelto y decidido el territorio rival. Álvaro se defendía a espadazos. Momento hubo en que, caído, Genovés tuvo oportunidad de rematarlo. Tenía un 30-15 a su favor y dos oportunidades de ganar el juego y colocar un 35-15. Desaprovechó dos pelotas fáciles, por precipitación. Perdonó al rival y le permitió levantarse. Mortal yerro. Allí apareció el auténtico campeón que se vengó sin piedad de la osadía del aspirante. Se plantó en medio del cuadrilátero y barrenó con pegadas y gestos la moral de José Cabanes. Le igualó a 40 y cambiaron todas las percepciones. El combate cambió de decoración. El rey marcaba el ritmo, una vez más. Su fuerza mental floreció insensible a los gritos de ánimo a su rival. El guión estaba escrito. Ganó el pelotari que supo llegar a los asaltos finales con más frescura mental, y con más fuerza física. Habíamos disfrutado como pocas veces de golpes de ensueño, de arrebatadoras pegadas. Alvaro conquistaba su décima corona con más majestuosidad que nunca, pues jamás había tenido enfrente pelotari tan completo. Por ello nunca como ayer sintió Álvaro tantas emociones ni nunca pudo percibir tanto reconocimiento. La de ayer, sin duda es la corona más preciada.

"Me han dicho que Retegui II tiene 11 títulos. Igual quiero igualarle"

Álvaro había anunciado a sus íntimos que si conquistaba la décima corona anunciaría su retirada del Individual. Así lo hizo ante los micrófonos de algunos medios inmediatamente después de la final, en los vestuarios. Sin embargo, tres horas después, a media tarde, en el momento de la celebración del triunfo con sus amigos, en un restaurante de Faura, hablaba para Levante-EMV en otros términos: "me comentan que Retegui II conquistó once títulos y la verdad, me lo estoy pensando porque, bien mirado es muy hermoso vivir estos momentos y me gusta superar hitos. De momento me lo voy a pensar y quizás dentro de quince días lo tenga más claro".

La derrota fue otro duro golpe para Jose Cabanes que, especialmente afectado en los vestuarios, comentaba en voz alta sus pensamientos. Por su cabeza llegó a pasar la idea de una retirada de este deporte. "Hay que pensar que son momentos duros en los que no es normal una serena reflexión", comentaban algunos allegados. "Genovés II ha realizado una partida prácticamente perfecta y de ahí su dolor pero ha dejado claro que no hay nadie mejor para ser el sucesor de Álvaro y debe continuar", decían.

Rebots

Gestos Genovés I, el primero en felicitar a Álvaro

Genio y figura la de Paco Cabanes. Sufrió como nunca y felicitó como sólo él es capaz de hacer al pelotari que venció por quinto año a su hijo. Hermoso gesto.

Emociones Familiares y amigos no reprimieron sentimientos

La final del Individual transmite emociones especiales. No falta el apoyo de las personas más cercanas a los pelotaris, que no disimulan sus aprecios. Tanto Genovés II como Álvaro tuvieron el apoyo sincero de todos los suyos.

Pleno en el palco El trinquet une a la clase política

El paco estuvo presidido por el conseller Serafín Castellano, pelotari y entusiasta de este deporte. Entregó el trofeo de máximo campeón a su amigo Álvaro acompañado del alcalde de Sagunt, del director general del deporte, Mateo Castellá, del presidente de la Federació, Ramón Sedeño y del vicepresidente de Bancaixa, Josep Maria Catalunya. A éste estuvo a punto de caérsele el trofeo de Manolo Boix, tal era su entusiasmo por entregárselo al eterno campeón. También vimos al presidente de la CIJB, José Luis López, a la diputada Jeanette Segarra, y al ex-diputado de deportes, Jesús Castellano. No faltó el alcalde de Genovés, Emilio Llopis.

Publicación El libro de Paco Cerdà, protagonista

El nuevo libro dedicado a este deporte, de Paco Cerdá, titulado "La revolució va de bó", se vendió entre los aficionados. Es una digna edición bien acogida por la afición

Deportividad Una final sin la tensión del pasado año

Álvaro y Genovés II se saludaron antes del comienzo y también tras el último "quinze". Entre los aficionados hubo aplausos equilibrados y respeto al pelotari rival. Se oyeron voces de ánimo a Jose en un intento de recuperarle en los juegos finales, siempre con elegancia hacia el rival. Ayer fue una jornada grande en un deporte de "cavallers"

Descuidado La cancha necesitaba una mano de pintura La transmisión televisiva ofrció primerísimos planos del descuido de la cancha, de su suciedad y falta de pintura. Detalles que ofrecen una penosa imagen en el día más señalado del año en la pelota valenciana.