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Allá por el año 1944 nacería el C.D. Mestalla, el filial del Valencia del que han salido numerosos baluartes blanquinegros como Claramunt, Saura, Fernando, Arias... u otros más recientes como Albelda o Silva (aunque estos con el nombre de Valencia B). Sin embargo, muy pocos son los que saben de dónde surgió aquel Mestalla. La respuesta la da el C.D. Cuenca, cuya estructura aprovechó el Valencia para crear su filial. Y aquel C.D. Cuenca, llamado así por la calle Cuenca, sigue vivo. Milita en el grupo octavo de la segunda regional valenciana, aunque prácticamente proscrito de la capital.

Y es que ni ser el club amateur más antiguo de la capital (fue fundado el 22 de mayo de 1925) le ha valido para conseguir la gestión de alguno de los campos municipales.

Desde hace tres temporadas, un grupo de jóvenes encabezados por el actual presidente, que además es jugador, Daniel Benlloch, consiguió que el club rebrotara. Estaba a punto de desaparecer tras la temporada 2006/2007, y junto a varios jugadores tomó las riendas, e hizo frente a la deuda. Pero el principal problema es encontrar un hogar.

Un club "trotamundos"

Ya casi por tradición, se trata de un club itinerante. A imagen y semejanza del Bolton Wanderers inglés a principios de siglo cuando no tenía un estadio propio (wanderers en inglés significa trotamundos), el Cuenca ha pasado por el Mercado de Abastos, el cauce del Turia, Catarroja, el campo del Gimnástico, las Vías, Serranos, San Isidro, Mislata, Paterna y Massanassa.

Ni gestión, ni entrenamiento

La Fundación Deportiva Municipal no le ha otorgado la gestión de ninguno de los nuevos campos de césped artificial y tampoco ha recibido el derecho a horas de disponibilidad para entrenamiento y jugar como locales. La única solución que permite es alquilar el campo. "Somos un club que sobrevive de lo que aportan jugadores, directivos y algún que otro patrocinador. Los precios que hay para alquilar algún campo en Valencia son prohibitivos para nosotros", asegura Benlloch. "Cuando nos hemos acercado a pedir la gestión del campo lo primero que nos dicen es 'cuántos niños tenéis', pero sin campo no podemos hacer una escuela", explica Diego Molina, actual entrenador.

En el primer año bajo la presidencia de Benlloch, el equipo se trasladó a jugar a Mislata. Sin embargo, el crecimiento de las escuelas locales provocó que el Cuenca tuviera que marcharse de las instalaciones de La Canaleta.

In extremis, con la liga ya empezada, el club consiguió un hueco en el campo de La Viña del Andaluz, en Paterna. Por supuesto, también previo pago de un alquiler. Los horarios de entrenamiento comienzan a las 10 de la noche puesto que no hay disponibilidad de terreno de juego a otra hora, los jugadores vuelven ya pasada la medianoche a sus casas, y para más inri... no disponen de un vestuario. Sólo lo pueden utilizar para cambiarse y ducharse, deben dejar sus mochilas y pertenencias en la banda del campo, para luego, al finalizar la sesión volver a recogerlas. Es más, los coches del presidente y algunos jugadores se convierten en improvisados almacenes del material. De balones, equipajes, conos, petos...

Tras un verano intenso en busca de unas condiciones mejores, parecía que todo tenía una solución en Massanassa. El Cuenca jugaría y entrenaría allí. Pero pronto comenzaron los problemas de espacio, y tuvieron que volver a entrenar a Paterna. Esa es la situación actual: el Cuenca juega como local en Massanassa... pero entrena en Paterna. De Horta Sur a Horta Norte... y el germen, en la ciudad.

"A ver si hay que irse a Cuenca"

Pero el Cuenca también ha tocado las comarcas del interior esta misma temporada. Hace tres semanas, debía jugar el 1 de noviembre como local ante el At. Ciudad Paiporta. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Massanassa se le comunicó al club que las instalaciones no iban a ser abiertas por ser día festivo. Y el partido se disputó en el campo de La Viña, en Cheste, cada vez más lejos de Valencia.

Algunos jugadores ya se preguntan si al final deberán ir a jugar de verdad a Cuenca, como les preguntan, para ser reconocidos.