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A Alex Dominguez le sorprendió no jugar "de titular" contra el Atlético de Madrid. El argentino, que había visto el partido del Brujas desde la grada, estaba "convencido" que, ante el Atlético de Madrid, iba a tener la posibilidad de jugar de inicio. Pero no fue así. Emery volvió a apostar por Silva de mediapunta y Mata por la izquierda. "Sinceramente creía que iba a jugar, pero quien decide quién juega y quién no es el míster. Había compañeros que llegaban al partido tras realizar un esfuerzo grande en la Copa, pero la alineación es cosa del míster", reconocía ayer poco antes del entrenamiento vespertino. Así, el argentino aprovechó la ocasión para desmentir el rumor sobre que había sido una gastroenteritis la que le había privado de la titularidad. "Estaba preparado para jugar. La pregunta sobre por qué no jugué, mejor que se la trasladéis al míster", lanzó con cierta apatía. Eso sí, Dominguez se apresuró a puntualizar: "No estoy de mal humor". "Yo siempre quiero jugar, siendo titular o entrando desde el banquillo, pero respeto las decisiones que toma el técnico", explicaba. "Trato de pensar y encontrar las razones por las que no juego porque eso significa que debo mejorar algo", reconocía.

Desde el banquillo, el "Chori" observó como Marchena cometía un penalti sobre Agüero y como Pérez Burrull sancionaba la mano con la que el capitán del Valencia cortó una ocasión manifiesta de gol. "El penalti lo señaló por la presión de los jugadores y de la grada", consideraba. "Muchas veces pedimos que los jueces de línea y el cuarto árbitro participen y, en este caso, pasó. Creo que no se puede cortar la jugada como lo hizo, sobre todo después del tiempo que pasó", sostenía el jugador que, no obstante, reconoció que "no es normal que pase, pero sí todos actuaran de la misma manera estaría bien". El partido ante el Atlético, según Dominguez, "se complicó después de la expulsión de Marchena". "El equipo fue otro cuando se quedó con diez, y es algo que debemos trabajar y mejorar. A este nivel, si el equipo se queda con diez, se nota mucho porque era imposible tapar todos los huecos que quedaban. De esto, se debe aprender", avisó.

A pesar de la abultada derrota, el objetivo del equipo "sigue siendo el mismo", insistió. Y para ello, los jugadores tienen que "seguir para adelante, trabajando" y deben salir al campo "a ganar". "Pienso que en Madrid no pecamos de soberbia", valoró. "Después de dos partidos importantes, ningún equipo puede salir pensando que va a ganar antes de jugar", aseguró.