Rubén Baraja lo sabía, pero se resistía a asumirlo. Y es que, aunque era consciente de que la oferta no iba a llegar, pensaba que por qué no. "La liga aún no ha acabado" y "Lo que no depende de mí, ni me lo planteo", han sido sus frases recursos de los últimos días. El "Pipo" quería que fuera el club el que diera el paso, y lo dio, pero para anunciar la marcha del ex capitán. Así lo confirmó Manuel Llorente en el palco del Madrigal: "Le haremos una despedida como se merece". Y Baraja, en el vestuario "amarillo", se derrumbó. Fin a las especulaciones. Punto final a la historia que arrancó allá por junio de 2000 cuando el Valencia pagó los 12 millones de su cláusula de rescisión para que dejara el Atlético de Madrid. Desde entonces ha pasado una década y Baraja, con la camiseta del Valencia, ha ganado dos ligas, una Copa del Rey, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa, además de haber jugado dos finales de la Liga de Campeones y haber sido internacional en 43 ocasiones. Y en todos, y cada uno de los partidos, ha sido protagonista.

"No me corresponde a mí valorar mi continuidad. Es una decisión del club y la única realidad es que mi contrato finaliza el 30 de junio", afirmaba con voz temblorosa tras el Valencia-Xerez. Y es que el ex capitán, el pasado viernes, aún albergaba una mínima esperanza de que el Valencia le presentara (a la baja) una oferta de renovación por un año. En parte, de ahí su decepción. Contra el Tenerife y en Mestalla, Baraja cerrará una etapa en la que ha disputado cerca de trescientos partidos y ha marcado más de cincuenta goles en competición oficial. Pensar en la despedida ya desmorona al frío hombre de hierro. La Agrupación de Peñas ya está en marcha y homenajeará al que fuera capitán del Valencia y uno de los grandes de la historia del club.