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Nadie ayer ofreció pista alguna sobre las zonas que baraja el Ayuntamiento de Valencia para la construcción del nuevo estadio, un asunto que está por definirse. "No sabemos dónde irá el nuevo estadio, ahora mismo no es una necesidad saberlo, cuando se tengan los recursos se vendrá al ayuntamiento para decir lo que se quiere hacer. Ese día hay que estar con el contador a cero y con números azules en lugar de rojos", explicó Quito Catalán.
Pero sí que se sabe ya que el Levante UD, una vez consiga vender el suelo de Orriols y comience a construir su nuevo recinto, pedirá el estadio a algún club vecino para jugar sus partidos. "Si no se puede jugar en el campo del Valencia, se jugará en Villarreal, en Torrent o donde sea", apuntó Quito Catalán. No sería la primera vez que el equipo azulgrana juega en un campo prestado. Durante la construcción del Ciutat de València, una vez derruido el antiguo campo de Vallejo, el Levante UD jugó en el estadio de Mestalla. "Lo que no se puede es empezar construir el estadio sin tener los recursos necesarios para hacerlo", avisó el dirigente. La nueva casa "granota" tendrá un aforo de entre 12.000 y 15.000 espectadores.
Barberá quiso dejar claro que el nuevo estadio lo financiará el club y lo podrá utilizar el ayuntamiento de Valencia dentro de sus necesidades generales.
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, celebró la firma del protocolo, pues supone "el inicio de un proceso destinado a solucionar la difícil situación económica de la entidad".
Miras puestas en Irún
La plantilla del Levante UD vuelve hoy a entrenar, a las 18 horas en la Ciudad Deportiva de Buñol, después de los dos días de descanso de cara al partido del domingo en Irún (19 horas). El trabajo del equipo continuará el miércoles a las 10:30 horas en el Estadio, mientras que el jueves se ejercitarán en este mismo escenario pero a las 9 horas, a puerta cerrada. Xisco Nadal y Robusté no jugarán por sanción.
