Mugello contiene un sinfín de curvas rápidas con constantes subidas y bajadas que llegan a asustar a los pilotos que llegan aquí por primera vez. La pista está a una hora en coche de Bolonia, Pisa o incluso Milán y tras atravesar una cadena montañosa que los italianos llaman «el murallone», llegamos al valle donde está enclavado el precioso trazado italiano.

Empiezan a llegar los «tifosi»

La afición italiana a los deportes del motor es tan pasional como la española. El enclave de esta pista, en medio de un bonito valle, hace que las gradas del circuito de Mugello sean en su mayoría naturales. Así que los aficionados plantan sus tiendas de campaña, sus carpas, incluso sus caravanas en las laderas de la montaña que sirven como mirador. Ayer viernes ya se vio mucho color y para hoy llegarán casi todos los tifossi dispuestos a animar a sus pilotos, que lógicamente lo dan todo en casa.

Pocas plazas hoteleras

Las localidades que circundan el circuito son muy pequeñas: de entre 1.000 y 5.000 habitantes más o menos, por lo que las plazas hoteleras son muy limitadas. Los equipos suelen alquilar casas al estilo de las casas rurales españolas o lo que los italianos llaman «agroturismo». Otros hemos decidido alojarnos este año en un camping que está dotado de casas móviles… Sin ser lo más cómodo, es una buena solución.

Preparados para el calor

Ya se nota que la primavera va dando paso al verano y que las temperaturas tienden a subir. Se empiezan a ver los pantalones cortos por el paddock y algunos de los equipos comienzan a montar sistemas de aires acondicionados para sus carpas. Pero nada que ver con las temperaturas que hemos tenido en los últimos días en Valencia. Aquí, como mucho, tendremos 30 grados.

Carpas en lugar de «boxes»

Y es que Mugello, a pesar de que es un circuito precioso y tener muchas virtudes, también tiene algún defecto. El circuito sólo cuenta 25 boxes, por lo que la organización no es capaz de dar cobijo a todos los equipos y les hace alojarse en carpas (que los mismos equipos tienen que montar) para poder desarrollar su trabajo sobre las motos.

Apoyo para Faubel

Kike Bañuls es el dueño y director de la escuela valenciana de pilotos KSB. Bañuls es amigo y preparador de Héctor Faubel y para esta carrera se ha desplazado a Mugello para apoyar a su piloto. La escuela de Kike tiene su base en las instalaciones de AVAE en Paterna.