En el entorno valencianista se siguen cuestionando los motivos de la fulminante destitución de Fernando Gómez como director deportivo del Valencia. Sobre todo porque el argumento principal al que se ha acogido el presidente Manuel Llorente, el del recorte de gastos, se queda en suspense ya que Fernando habría aceptado una rebaja del 50% de su sueldo. Por consiguiente, al Valencia le va a costar la indemnización la misma cantidad, 210.000 euros, que Fernando habría percibido de seguir en su cargo. La notoria falta de sintonía entre el presidente y Fernando se agudizará después de que el ex futbolista no haya renunciado a su plaza de consejero. Toda una señal de que hasta su segura sustitución en una próxima junta de accionistas, Fernando se convertirá en la principal voz opositora a Llorente dentro del consejo de administración.