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Fernando Oliveira es el actual presidente del Vitoria de Setúbal. Vive su segunda etapa al frente de este histórico club portugués que precisamente este año celebrará su centenario –Mourinho es la figura más relevante de la comisión de honor junto al presidente de la República de Portugal–. En la primera época Oliveira fue el encargado de dar a Mourinho su primer cargo como entrenador de un equipo. Puso en su mano a los juveniles del Vitoria de Setúbal a los que dirigió "con éxito" –según sus palabras– durante una temporada. Fue a finales de los ochenta, después de que el joven Mourinho finalizase su ciclo formativo en Lisboa, y Oliveira dice que "se veía en él una perspicacia a la hora de ver el fútbol diferente a la del resto de los entrenadores que había conocido. Era normal darle una oportunidad".

Oliveira, que tiene un recuerdo muy vago del Mourinho niño al que también conoció por la buena relación que mantenía con su padre, cree que a diferencia de otros entrenadores que llegan tras haber sido futbolistas "en el caso de José Mourinho se advertía una capacidad especial para sentarse en los banquillos y dirigir el juego. Aquí siempre estuvimos convencidos de que triunfaría y que llegaría mucho más lejos que nadie".

El dirigente del conjunto verdiblanco no cree que Mourinho haya sido un futbolista menos dotado sino que "no pudo dedicarse de un modo tan intenso por la necesidad de estudiar, de completar un ciclo formativo. Para alcanzar el profesionalismo en el fútbol, en la mayoría de los casos, es necesario entregarse en cuerpo y alma. José tenía que jugar y estudiar porque su familia era inflexible en eso".

Oliveira no tiene dudas a la hora de emitir un veredicto sobre él: "Es un fenómeno natural, una persona con una inteligencia por encima de la media. Para nosotros es un orgullo ver que una persona que ha tenido una vida tan ligada al club ha alcanzado el techo del fútbol mundial, nos sentimos felices de verdad".