Haciendo cábalas durante la semana ante la trascendental visita del Levante a Irún nos perdimos en inhóspitos territorios donde se entremezclan la inquietud y la esperanza. Agitados por el desa-sosiego recurrimos de nuevo al cine para aguantar mejor el paso de los días. Fuimos a ver Baaria y Two lovers, dos excelentes y recomendables películas. Con el mismo objetivo, además del cine, nos regalamos sesiones de levantinismo. La primera cuando recibimos el martes en casa, —¡treinta y ocho años sin verlo!— al ex jugador Florencio acompañado de su mujer. Estuvo en el Levante a inicios de los setenta y somos amigos desde entonces. Le dedicamos un capítulo de nuestras memorias por su indiscutible y singular personalidad. En una improvisada e intensa sesión de levantinismo comentamos mil temas granotas, recordando el pasado y mirando el futuro. Florencio, menorquín de nacimiento, siente al Levante como algo propio y cuando se despidió, camino de Madrid para tomar un avión hacia Tenerife donde ahora reside, apostó por el ascenso. Nos animó: «¡Salva, vamos a subir, no lo dudes!» La segunda sesión de levantinismo la disfrutamos hablando por teléfono el jueves con Ernesto Domínguez, «el galgo de Vallejo». «Si el Betis pierde el sábado, acudiré el domingo con mi mujer a Irún», afirmó rotundamente. Vive en Barcelona y es el único jugador del ascenso de 1963 a primera que ha estado presente como espectador en los ascensos de Xerez y Lleida. No quiere perderse el cuarto. Sea en Irún o donde sea. Charlamos con él «largo y tendido» y nos despedimos deseando celebrar juntos la vuelta del Levante a primera.

Pensando en ella viajaremos hoy hasta Irún acompañando a dos periodistas radiofónicos con corazón granota, Carlos Ayats, de la 97.7 y Vicent Grau, de Ràdio Nou. Al llegar esperamos notar el mismo aroma que notamos en Xerez y Lleida. Un aroma impregnado de buenas sensaciones, de goles del Levante y de ascensos a primera. Paseando por sus calles, antes del partido, seguramente recordaremos al irunés Luis Mariano, el más celebrado «chansonnier» español de la historia en Francia. Que debió ser aficionado del Real Unión e iría a animarlo esta tarde si viviera. Sabría lo mucho que se juega, el ser o no ser en segunda.

Pero su entrañable recuerdo no rebaja nuestros anhelos de una victoria del Levante en el Stadium Gal irunés. Porque si la consigue, con voz emocionada, entonaremos al terminar el partido de hoy uno de los cánticos favoritos de nuestro amigo granota Miguel Aparicio: «¡Pi, pi, pi, los del Levante, los del Levante, pi, pi, pi, los del Levante estamos aquí! ¡A primera! ¡A primera división!» Y después iremos a saludar con entusiasmo a los aficionados levantinistas desplazados en Irún.