­

Con permiso del italiano Andrea Dovisioso, el español Dani Pedrosa, el estadounidense Nicky Hayden y compañía de perseguidores en la clasificación general provisional del Campeonato del Mundo en MotoGP, a Jorge Lorenzo, líder de la mentada lista, se le ha abierto una puerta inmensa hacia su sueño: ser campeón del mundo en la categoría reina.

Como no podía ser de otra forma, Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 4 de mayo de 1987) ya se aprestó ayer a desear a su compañero en Yamaha una pronta recuperación, pues «el campeonato no será el mismo sin él».

«Lo primero que quiero decir es que siento mucho lo que le ha sucedido a Valentino, sé lo malo que es estar lesionado, especialmente para la carrera de tu casa, y sé perfectamente lo que estará sufriendo ahora». Palabras solidarias que internamente se convertirán en una presión adicional para un piloto que sabe que está ante la gran oportunidad de su trayectoria como piloto.

Sólo el catalán Alex Crivillé ha llevado el 1 en su montura. Fue en la temporada 2000, después de proclamarse campeón en la temporada anterior a lomos de su Honda de 500 cc. A pesar de los éxitos en las clases menores del motociclismo español, la «mayor» se resiste a pesar de los intentos de otros colegas. Ahora Lorenzo puede abortar una racha que ya dura diez temporadas y añadir el que sería su tercer título mundial después de los conseguidos en 250 cc en las temporadas 2006 y 2007 y en su tercer ejercicio en MotoGP, siempre porfiando con el fenómeno Rossi. Ahora el italiano no está, las estrategias de cada gran premio cambiarán drásticamente y será el momento de demostrar si es capaz de permutar su dorsal 99 por uno mucho más liviano. Si lo consigue, quizás nadie se acuerde de que Rossi se cayó aquél año. O sí.