¿Creen que Bernie Ecclestone ha descubierto la pólvora con los circuitos urbanos? Ni mucho menos. A principios del siglo pasado, a falta de instalaciones permanentes, los amantes de la velocidad se batían en las calles de las ciudades. Con el paso del tiempo, aquellos trazados se abandonaron por inseguros y peligrosos, aunque algunos como el caso de Mónaco, han conseguido mantenerse vivos gracias al poder de la tradición. Al jefe de la Fórmula 1 le ha dado ahora por recuperar aquellos escenarios y eso posibilitó el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en Valencia. Igual que en Singapur y, próximamente, Roma.

El Valencia Street Circuit sin embargo, tuvo un precedente hace cien años. Una exposición comisariada por el periodista Francisco Pérez Puche ha sacado a la luz el primer circuito urbano de la ciudad de Valencia, que estaba ubicado en la avenida del Puerto y que acogió una competición automovilística el 19 de mayo de 1910. La muestra "Circuit. Valencia y la Fórmula 1", que se inauguró ayer en la octava planta de El Corte Inglés situado en la avenida de Francia, dedica uno de sus paneles informativos al trazado.

Un circuito en toda regla

Considera la exposición que aquel 19 de mayo de 2010 se constituyó el primer circuito urbano de Valencia, ya que se cerró en la recta de la avenida del Puerto "convenientemente cerrada al tráfico de carros y tartanas, y dispuesta como circuito con tribunas y graderíos de pago". El panel informativo relata lo que allí sucedió: "Participaron diecisiete automóviles, once de turismo, cinco de carreras y uno fuera de concurso, procedentes de Valencia, San Sebastián, Madrid y Barcelona".

La prueba más peligrosa celebrada aquel día fue la denominada "kilómetro lancé", que consistió en recorrer 1.000 metros con los vehículos en el menor tiempo posible. Venció Sixto Nogués, con un tiempo de 1 minuto y 22 segundos, a la "sorprendente" cifra de 44 km/h de velocidad media.

La exposición de El Corte Inglés se completa con los trofeos que se darán durante el GP de Europa, 65 maquetas de coches de competición del coleccionista José María Verduch y los objetos de los pilotos que se subastarán en la cena oficial de la prueba, el próximo 25 de junio.