El primer Mundial africano no encontró un ganador el primer día y se abonó al empate en los dos encuentros del grupo A (Sudáfrica-México y Uruguay-Francia) en una jornada inaugural sin incidentes, sólo perturbada por los atascos de tráfico.

Un formidable zurdazo del sudafricano Siphiwe Tshabalala inauguró la lista de goles cuando habían transcurrido 55 minutos del partido contra México, el equipo más inaugurador de la historia de la Copa del Mundo, que en cinco arranques aún no conoce el triunfo.

El balón se coló como una exhalación por la escuadra izquierda del guardameta Oscar Pérez y cambió la fisonomía de un partido que hasta entonces había controlado México.

Rafa Márquez, a once minutos de final, restableció la igualdad batiendo a Itumeleng Khune a bocajarro. Salvado el susto del tiro de Mphela a la cepa del poste en el m.90, el encuentro terminó con el reparto de puntos (1-1).

Era la quinta vez que México participaba en un encuentro inaugural, y el equipo tricolor, que todavía no conoce la victoria en el arranque de un Mundial, estuvo acompañado en el majestuoso Soccer City por unos 7.000 compatriotas.

Nelson Mandela, el padre de la nueva Sudáfrica, elegido presidente hace dieciséis años después de haber permanecido 27 en prisión, no acudió, finalmente, al palco por la muerte de su biznieta Zenani en accidente de tráfico. En la tribuna de honor había una veintena de jefes de Estado, incluido el presidente de México, Felipe Calderón.

El Mundial sudafricano, que había empezado con tragedia en la familia Mandela, debutó con un empate que deja a los dos equipos razonablemente contentos.

Dos horas después, a 1.405 kilómetros, en Ciudad del Cabo, los otros dos integrantes del grupo A, Uruguay y Francia libraron un duelo de ex campeones.

Los hombres de Raymond Domenech, finalistas derrotados por Italia en la ultima Copa, Alemania 2006, fueron incrementando su presión a medida que transcurrió el encuentro, pero como casi siempre que dos ex campeones se han enfrentado en la primera fase, el partido ha terminado en tablas.

Diego Forlán tuvo un buen balón en sus botas en el m.73 desde la frontal del área pero su tiro fue defectuoso.

Uruguay tuvo que jugar los últimos diez minutos con un hombre menos debido a la expulsión de Nicolás Lodeiro por una dura entrada a Bakari Sagna que le valió la segunda tarjeta amarilla. La jornada, pese a todo, terminó con un segundo empate.

Cuando poco antes de las 16.00 horas el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, declaró inaugurado el Mundial en el estadio Soccer City puso fin a 80 años de espera, los que han transcurrido desde la primera edición hasta que, finalmente, ha recalado en África.

Atrás han quedado seis años de incertidumbre, desde que en 2004 la FIFA apostó por Sudáfrica para extender la universalidad del Mundial. Ya sólo falta Oceanía para completar la gira por los cinco continentes, y el reciente pacto de Australia con la FIFA para no presentarse al Mundial 2018, reservado a Europa, apunta a que en 2022 puede cerrarse definitivamente el periplo continental.