David Silva tiene precio. Manuel Llorente ha tasado al jugador en 35 millones de euros y, de momento, arrinconará las ofertas que lleguen al club por una cantidad inferior. El presidente, ya tiene dos propuestas desechadas en su cajón. El miércoles, fue el Manchester City quién ofertó 25 millones de euros por el futbolista canario y, el jueves, el Chelsea ofertó la misma cantidad. Además, Llorente ya sabe que Rafa Benitez quiere contar con el centrocampista en el Inter de Milán y, todo indica, que en los próximos días el equipo italiano oficializará su oferta.En este caso, además, se puede dar una escena curiosa ya que podría ser Amideo Carboni el encargado de negociar con Llorente el traspaso. Benítez ya quiso fichar a Silva para el Liverpool, pero no tuvo dinero para llevárselo, posibilidad que ahora sí se daría.

Y no sólo desde la Premier y el Calcio se interesan por Silva; en las últimas horas, adquiere fuerza la posibilidad de que el Barcelona, tras fracasar en el intento de fichar a Cesc Fábregas, intente contratar al canario. Y, su círculo más próximo, tampoco descarta que el Real Madrid vuelva a colocar al internacional entre sus objetivos -el jugador y el Real Madrid, a través de Jorge Valdano, habían llegado a un acuerdo porque el futbolista era la primera petición de Pellegrini y un jugador por el que Florentino Pérez siente debilidad-.

Curiosamente, y cuando se da por hecho que Silva será vendido, ayer el padre del jugador firmó su finiquito y se desvinculó del Valencia. Fernando Jiménez desempeñaba las funciones de jefe de seguridad del Valencia CF. Jiménez alega motivos personales.