La UD Alzira ha vuelto a la categoría de bronce del fútbol español un año después de descender a Tercera y tras completar un excelente final de temporada. Los pupilos de Fernando Maestre han cerrado las tres rondas de promoción de ascenso invictos con tres empates y tres victorias y rompiendo todos los registros de los rivales.

Un Egea que marcó 104 goles en su liga, sólo consiguió uno ante el Alzira. El Ayamonte, que había marcado en todos sus partidos como local, vio su casillero a cero en el Blas Infante. Y un Jerez que no había perdido ningún encuentro en el Calzado Galván, sucumbió ayer por dos goles a tres. Además, los verdinegros, que sólo encajaron 14 goles en 38 partidos de liga, han visto perforada su portería seis veces en dos encuentros. Por otra parte, rompieron una estadística fatídica para los ribereños que se prolongaba 46 años en tierras extremeñas. En 1964, perdió la promoción de ascenso a Segunda División, contra el Extremadura y en 1985 ante el Plasencia.

El Jerez puso muy de cara la eliminatoria con la esperada salida en tromba que culminó con un gol de Ander en el minuto 2, al que acompañó otro en el 19, quedándose a uno de empatar la eliminatoria. Pero, con dos jugadas a balón parado en cinco minutos, servidas al milímetro por Edu López hacia la cabeza de Romero, se logró el empate a dos, lo que obligaba a los locales a conseguir cuatro goles más.

Mediada la segunda parte, la contra de Álvaro fue frenada al borde del área y el alzireño y capitán Edu López, envió el libre directo a la base del poste, lejos del alcance de Álex. Los azulgranas certificaron el ascenso y desataron la alegría de los más de 50 aficionados y también de toda la capital de la Ribera alta que ve su equipo de nuevo en Segunda B.