La reacción no podía tardar. Y ha llegado. El Consejo Superior de Deportes (CSD), por medio de la Abogacía del Estado, se ha dado por enterado de las sospechas de corrupción que se ciernen sobre el fútbol y ha decidido tomar cartas en el asunto de los polémicos maletines, presentando un recurso de reforma contra la decisión del juez De la Fuente que investiga el "caso Brugal" de no enviar al CSD y a la RFEF las grabaciones que ha dado a conocer El País y que apuntan a que el Hércules, o mejor dicho, su máximo accionista, Enrique Ortiz, habría usado a Tote y Abraham Paz para intentar pagar a equipos de Segunda.

Según el criterio del magistrado alicantino, las conversaciones no deben llegar a las autoridades deportivas porque prevalece el derecho a la intimidad personal y familiar y al secreto de las comunicaciones. El Estado se ha amparado en que la adulteración de partidos afecta directamente a las quinielas, medio de financiación de la Liga Profesional, para entrar en un caso que ha puesto en tela de juicio todo el final de la recien concluída Liga Adelante. Así, el CSD tiene ahora la oportunidad de emular a las autoridades italianas, que mandaron a Segunda a un equipo de tanto caché como el Juventus, y entrar "a degüello" en un escándalo de grandes proporciones que, por otra parte, no podía quedar impune. Los ascendidos y descendidos de la 2009/2010 podrían cambiar en las próximas semanas, Lissavetzky mediante.

La fiscalía ha atacado directamente el argumento del juez al asegurar que la entrega de las copias solicitadas "no afectaría a ningún derecho fundamental", en unos hechos que pueden generar "una extraordinaria alarma social" y "constituir un fraude de graves consecuencias sociales y económicas". Este fraude es precisamente la punta de lanza de la entrada de las autoridades deportivas en el caso. La Abogacía del Estado alega parte, que es necesaria la investigación por la administración para averiguar si existe infracción administrativa grave ya que el resultado del proceso "operaría directamente" sobre las quinielas, que suponen un "gran movimiento económico" y son medio de financiación de la Liga de Fútbol, financiación que puede verse "gravemente afectada". Pero lo cierto es que detrás de este argumento puramente utilitarista se esconde el interés del Estado, por el buen nombre del fútbol español y para evitar una devaluación semejante a la que sufrió el Calcio tras el "Moggigate" -de la que aún se está recuperando-, de tomar cartas en un asunto que afecta directamente a la credibilidad de las competiciones futbolísticas en las que figuren equipos españoles.

Afecta a la quiniela

El abogado del Estado, en su recurso, alega que el resultado de la investigación sobre la supuesta compra de partidos por parte del Hércules "operaría, directamente, sobre la suerte de los juegos aleatorios que en España se articulan a través de las Apuestas del Estado, en este caso, la quiniela futbolística", que es uno de los medios de financiación de la Liga Profesional de Fútbol, por lo que en virtud de la Ley 10/1990, entiende que la administración deportiva tiene que velar por el "fomento y la financiación" de esta actividad. Por su parte, el fiscal jefe de Alicante entiende en el recurso que "no resulta ninguna afectación relativa a la intimidad personal o familiar" y, respecto al derecho de las comunicaciones, señala éste es "un derecho formal que no afecta a la intimidad" y añade que la Constitución "protege la comunicación y no lo comunicado". El fiscal reconoce "la falta de relevancia penal", pero sí apunta a que estos hechos pueden generar "una extraordinaria alarma social, constituir un fraude de graves consecuencias sociales y económicas, con posibles perjuicios para terceros, capaz de producir una quiebra en la confianza de la ciudadanía". Así, el abogado del Estado se pregunta "por qué no se van a remitir los testimonios al órgano administrativo competente". Por ello, considera procedente "que se libren los testimonios para que sean elevados al CSD". La decisión tanto del juez como, si llega, del Consejo, podría cambiar la próxima Liga BBVA.