El Ontinyent se aferra a su estadio para mantener la norma de no quedarse sin sumar dos jornadas consecutivas. El equipo textil necesitaba los tres puntos después de la derrota en Badalona y el cúmulo de bajas que arrastraba. Un solitario tanto en propia puerta ha posibilitado que el Ontinyent consiga mantenerse inexpugnable en El Clariano, a pesar de la presión efectuada por el Sporting Mahonés en el tramo final.

El encuentro arrancaba con dominio alterno y llegadas a las dos porterías aunque sin ocasiones demasiado claras. El recuperado Kikín llevaba la voz cantante en el Ontinyent. A los cinco minutos envió fuera un remate peinado y, acto seguido, reclamaba penalti en el despeje de un defensa a centro suyo por entender que el balón le da en la mano. Los locales pasaron a dominar la contienda aunque el equipo menorquín se defendía con orden e impedía cualquier acercamiento peligroso. En el minuto 33, Alberto Quintero se marcó la jugada del partido en la línea de fondo zafándose de todos los defensores y poniendo el balón en la cabeza de César Remón que remató a las manos de Moso. En el minuto 42, el portero visitante hacía la parada del partido al despejar a corner un lanzamiento envenenado de falta a cargo de Javi Vicente. A continuación, llegó el único tanto del partido. El central Gonzalo sorprendió entrando por la derecha y desde línea de fondo asiste a Kikín que remata a gol con la fortuna de que un defensor toca el esférico y engañó a Moso, que no puede hacer nada por evitar que el esférico entre en su portería.

La segunda mitad fue la continuación del mejor Ontinyent. Kikín, bien secundado por Quintero, se echó el equipo a sus espaldas. En el minuto 52, Moso evitó el 2-0 y en el 59 el remate de Kikín se marchó alto. Para entonces, Toni Aparicio se había visto obligado a realizar el primer cambio debido a la falta de partidos de Arturo, que fue sustituido por Carlos Roselló. Esteva, técnico visitante, dio entrada a Raúl Vates, Iray y a Pedro García. El Sporting se hizo dueño de la situación y el Ontinyent empezó a mirar el reloj. Dos ocasiones claras tuvieron los de Esteva para no marcharse de vacío. Un triunfo muy sufrido que mantiene al Ontinyent firme en casa, con diez puntos sobre doce posibles.