Babor, estribor, proa, popa... fueron algunos de los conceptos con los que los futbolistas se familiarizaron en su excursión a la Escola de vela de Burriana. Fue, la de ayer, una jornada diferente. De trabajo, pero distinta. Los jugadores cambiaron el césped, por el mar; las botas por escarpines, el balón por las palas... Vamos, que se transformaron en aprendices de regatistas. Y, como cualquier principiante, el grupo tuvo que asistir a una clase teórica básica. Se trataba de, por lo menos, flotar. Sin más. Y la clase, al menos aparentemente, fue efectiva ya que ningún jugador se cayó al mar mientras practicaba las actividades programadas. Sí se mareó alguno, lo que era algo previsible.

Tras la clase -¡menudo cachondeo!-, la expedición integrada por jugadores, cuerpo técnico, médicos, fisioterapeutas y utileros, se dividió en cuatro grupos para, al filo del mediodía, iniciar su "inolvidable" experiencia náutica. "¡Al agua!", gritó Joaquín, uno de los jugadores más entusiasmados con la "actividad extraescolar". "¡Como veis la excursión es sencilla y fácil", interpelaba el gaditano a los periodistas. "Si no vuelvo, por favor, avisad a mi familia", bromeaba Tino Costa, mientras David Albelda, un experto en estas lides porque es capitán de barco, advertía a sus compañeros que, en el velero, debían ir "agachados" para no pegarse con la botavara.

Emery, adelantándose a lo que pudiera pasar, avisaba: "Soy de mar pero dos veces que he subido en barco, dos veces que me he mareado". Vamos, que si el técnico pretendía hacer grupo con la actividad la hizo porque los jugadores se lo pasaron en grande. "Es difícil unir más lo que es un grupo muy sólido", afirmaba David Navarro, otro de los jugadores habituados a navegar ya que es propietario de un pequeño velero. "Estas actividades ayudan a despejar la cabeza, pero sobre todo a pasarlo bien", apuntaba el capitán del líder.

Así, mientras un grupo se dedicó a practicar la vela de crucero en un barco de 6,30 metros de eslora -con un monitor a bordo, por ejemplo, los Albelda, Navarro, Banega, Soldado o Topal-, otro grupo practicó el remo -Bruno o César-, otro la piragua -Mathieu, Moyá o Tino Costa- y otro probó con el novedoso kayac-polo -Emery y Carcedo, por ejemplo-. Es decir, un partido con balón que se juega en el agua, en un espacio delimitado y en el que los jugadores lo hacen montados en el kayac. El objetivo del juego, obvio, es conseguir introducir el balón en la portería del equipo contrario. Y claro, la competitividad salió a la luz. Lesionado, el único jugador que no participó de las actividades fue Maduro que, siguió como espectador las andanzas de sus compañeros.

El menú del líder

Tras el desgaste físico de la actividad -algunos acabaron exhaustos -, el grupo recuperó fuerzas en el restaurante del Club Náutico de Burriana donde José Gargallo Andreu y su equipo de profesionales, cocinaron un menú de lo más elaborado para una cuarentena de valencianistas -fueron invitados-. Así, los jugadores comieron una ensalada de boquerones adobado con aceto balsámico y langostinos con vinagreta; unos calamares del mediterráneo a la parrilla; unas alcachofas rellenas de jamón de bellota con gambas y salsa de queso; un arroz con langosta; fruta del tiempo y una selección de repostería casera para acompañar el café.

Si los jugadores se lo pasaron bien, también disfrutaron un grupo de treinta escolares de entre siete y diez años de La Cañada que se encontraban en la Escola del mar de Burriana aprendiendo vela. Y es que esta escuela, inaugurada en 1992, es el referente de la Red de Escoles de la Mar de la Generalitat. Curiosamente, tanto los niños como los futbolistas coincidieron allí con la directora general de Deportes Niurka Montalvo.

Para los jugadores del Valencia ya no es una novedad realizar esta serie de actividades ya que, en el último año, los jugadores han practicado ciclismo por la Sierra Calderona, realizado deportes de aventura en la Hoces del Cabriel -rafting, o el descenso con tirolinas- y "paint ball" en Bétera.

A media tarde, el grupo regresó a Valencia. El equipo está hoy citado a las diez en Paterna para, acto seguido, iniciar unas minivacaciones ya que el técnico les ha dado el fin de semana libre. Un descanso que Jordi Alba, Mathieu y Maduro iniciarán unas horas después ya que los jugadores tienen previsto asistir al mediodía a la inauguración del Unibet Open Valencia 2010 que se celebra en el en Casino Valencia. La competición de poker Texas Holde'm reúne a los jugadores más importantes del circuito europeo.

La semana próxima, con el partido contra el Barcelona como mira, volverá la normalidad.