En una villa eminentemente futbolística como es Paterna, con dos clubes que tienen una veintena de equipos cada uno, existe desde este año una tercera vía. Días atrás se celebró la presentación del Avant Paterna CF.

El club tiene su origen en las aulas del Colegio La Salle. Los más jóvenes jugadores despuntaban en las competiciones de fútbol sala y decidieron dar el salto a otra dimensión: el fútbol 7. Esos niños están ahora, fundamentalmente, en el equipo benjamín.

Esta escuela comienza con las cinco categorías más pequeñas

—querubines, prebenjamines, benjamines, alevines e infantiles— y aguardan, con el previsible nerviosismo, el debut de todos ellos, que tendrá lugar este fin de semana, cuando se pongan en marcha todas esas divisiones.

Curiosamente, la denominación de Avant Paterna tuvo que hacerse de rogar, puesto que la Federación Valenciana rechazó inicialmente otras denominaciones que habían presentado como alternativas.

Los colores corporativos son diferentes a lo habitual: persiste el negro tan de Paterna, pero el amarillo se cambia aquí por el rojo. Además, es uno de las pocas escuelas que tienen presidenta: María Luis Atiénzar.

El optimismo está a tope para empezar esta andadura. Conforme se vaya creciendo, se pretende que el club disponga de todos los grupos de edad para hacer del Avant Paterna una referencia sana en la práctica del fútbol.