Miguel González Marín, 30 años, es el nuevo rey de la pelota valenciana en su modalidad de "escala i corda". Ha llamado la atención su procedencia: Petrer, en la vega del Vinalopó. Algunos se sorprenden de que haya podido surgir un campeón procedente de un territorio "extraño", alejado del habitual circuito de los trinquetes profesionales. Y sin embargo la historia desmiente esa percepción. Petrer, y la comarca del Vinalopó, pueden presumir de una rica y abundamente presencia de la pelota valenciana.

De Petrer era un legendario jugador: Higinio Verdú, El Sagal de Petrel participó en el desafió celebrado en diciembre de 1848 en Benifaió y que enfrentó a la modalidad de galotxa a los mejores del norte y del sur del Xúquer: Ante más de cuatro mil espectadores -Benifaió no tenía más de 1.100 habitantes en aquella fecha-, Micalet de Riba-roja, El Paler de Torrent y Caragol de Benimamet se enfrentaron a Roqueta de Penáguila, Cremades de Bellreguard y el citado Sagal. Vencieron los del sur gracias a la poderosa "volea" del Sagal, que con 19 años impresionó.

A principios del siglo XX y hasta bien entrado el mismo se alzaban trinquets en Monóvar, Crevillent, Elda y Petrer. Por el Trinquet Eldense, colindante a Petrer, desfilaron legendarios jugadores como el Fusteret de la Llosa, El Rata, El Faixero, El Lloco o el Xato de Pedreguer. De aquellas tierras hay míticos saques a la modalidad de "llargues", como Jaumet de Petrer, Mariano de San Vicent o Manolo de La Romana que se las tuvieron tiesas contra los mejores de La Marina. Y, todavía en activo, David de Petrer, internacional, campeón de Europa en Nivelles (Bélgica). La presencia de Miguel es, desde luego, consecuencia de una ininterrumpida actividad, especialmente estimulada por el club creado a mediados de los años ochenta, con la construcción de un nuevo trinquet municipal. Ayer, todos juntos celebraron en el pueblo la victoria.

Ha sido el fruto del esfuerzo personal del campeón, especialmente preparado en los últimos cinco meses con el objetivo de conquistar el título y que ayer se sentía abrumado con tanta felicitación, con tanto mensaje: "esto de las nuevas tecnologías y de los ordenadores es una pasada", dice. Miguel estudia Magisterio, en la Universidad de Alicante en la especialidad de educación física: "me gusta esa profesión y ojalá pueda ejercerla cuando llegue el día", afirma tranquilo, sereno. Reconoce que estuvo a punto de abandonar en más de una ocasión: "no era fácil dedicarse a este deporte recorriendo todos los días doscientos kilómetros para apenas ganar nada. Quizás por haber resistido ahora puedo dedicar este triunfo a mis seres queridos". Y a Miguel se le quiebra la voz recordando a su padre, fallecido hace once años: "Se sacrificó mucho y sé que ahora estará disfrutando de esta victoria", dice. Así es el campeón de Petrer.