Arturo Tuzón Gil, presidente del Valencia CF entre 1986 y 1993 falleció la noche del jueves, a punto de cumplir los 83 años, en el Hopsital Cínico de Valencia, donde llevaba varios días internado, victima de multiples fallos orgánicos.

Nacido en la población castellonense Montán (l'Alt Millars) en 1928, este industrial del ramo de la maquinaria para la construcción y las transformaciones agrícolas, que había trabajado sobre todo en el Pais Vasco, llegó a la presidencia del Valencia cuando acaba de consumarse su descenso a Segunda División, al finalizar la temporada 1985-86. Antes había sido durante unos meses directivo con Vicente Tormo, que dimitió y dió paso a Pedro Cortés como presidente acciodental, hasta Tuzón accedió al cargo el 3 de junio de 1986. En ese puesto estuvo siete temporada, hasta que lo abandonó en noviemre de 1993. Durante este periodo no sólo logró ascender al equipo, sino que lo consolidó en la máxima categoría, lo devolvió a Europa y lo transformó en Sociedad Anónima Deportiva, tal como le exigía la Ley del Deporte.

Cuando se hizo cargo del Valencia, a parte del desengaño deportivo que había sufrido la afición, el déficit alcanzaba los 2.00 millones de pesetas (13 millones de euros). Pero en la campaña siguinte logró el ascenso tras proclamarse campeón de Segunda, con Alfredo di Stéfano como entrenador y con una plantilla en la que habían causado baja jugadores consagrados como Castellanos, Tendillo, Roberto Fernández, Ribes, Wilmar Cabera o Urriti y había sido reforzada con jóvenes como Antonio, Serna, Cotino, Bossio, Alcañiz y Montes. Junto a esa linea de austeridad y cantera también siguió la de contratar futbolistas de la talla de Madjer, Nando, Otxotorena, Zurdi, Eloy Olaya, Lucho Flores, Penev, Toni, Leonardo, Rommel Fernández, Belodedic, Mendita, Álvaro, Mijatovic o el retornado Roberto Fernandez. Con ellos, el Valencia fue tercero en Liga en 1989 y subcampeón en 1990. Fueron los años de mayor esplendor deportivo de su mandato.

Otro de sus éxitos fue consolidar e inaugurar oficialmente las instalaciones de Paterna, heredadas de la época de Ros Casres. Las contínuas polémicas y los problemas con algunos de sus dirigentes y con el entrenador Guus Hiddink, le llevaron a dimitir el 24 de noviembre de 1993. La presidencia fue asumida accidentalmente por Melchor Hoyos.