La de ayer no era una de las noches más adecuadas para hablar o sacar la cara. La mayoría de los jugadores del Valencia no lo hicieron al acabar el partido, pero el entrenador tenía la cita obligada con la prensa. Emery, muy cuestionado por su planteamiento en la primera mitad, intentaba defenderse, aunque reconocía sus errores: «Estamos en la búsqueda continua en todos los partidos, analizando al rival y buscando nuestro camino. Hemos hecho muy mal partido y no hemos sabido contrarrestar la presión del Mallorca».

«En caliente estamos muy dolidos, más ante nuestra afición y con las ganas que teníamos de dedicar el triunfo a Arturo Tuzón y es todo negativo y necesitamos unos días para reflexionar», indicaba el entrenador.

Sobre la alineación de tres medios reconoció que «me equivoco en el primero y en el segundo tiempo» y dijo que los cambios fueron «tácticos». Respecto a las rotaciones dijo que «buscamos ganar y el rendimiento y no lo hemos encontrado». Sin vacilaciones, dijo que «el entrenador no ha estado acertado». Pero, eso sí, aseguró que van a levantarse «cuanto antes».

Emery dijo que asumía «toda la responsabilidad» porque cuando se pierde «algo hay que no hemos hecho bien, ya sea en el planteamiento o en la mentalidad». Y añadía que «el primer tiempo ha sido muy malo y el segundo malo».

Emery animó a todos a preparar los próximos partidos «para volver a ser los que éramos» y dejó claro que «ni antes éramos tan buenos ni ahora tan malos».

Laudrup, feliz

Las sensaciones de Michael Laudrup eran bien distintas. Había acertado, y lo sabía: «Estoy contento de ganar aquí porque es muy complicado. Creo que en la primera parte hemos estado muy, muy bien, hemos tenido ocasiones para marcar un par de goles más». Laudrup reconocía que el Valencia había hecho «muy poco» aunque matizaba que con la entrada de Aduriz y de Bruno «han mejorado mucho, nos apretaron y podrían haber empatado». Preguntado por si era una victoria trabajada durante la semana dijo que «hemos sorprendido al Valencia en la primera parte presionando muy arriba y no esperando atrás». Algo que sí hicieron, paradójicamente, los locales.