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?Adrián Campos Jr. (Valencia, 1988) es hijo del único valenciano que ha corrido en Fórmula 1, el alcireño Adrián Campos. Pese a ser hijo de quien es, este piloto ha decidido buscarse él solo la vida en el automovilismo y para ello se fue a Estados Unidos. No ve la Fórmula 1 como una meta porque, reconoce, "hay muchos españoles".

Terminada la temporada, ¿cómo califica su primer año en Estados Unidos?

Empezó mal y acabó bien, hubo dos partes. No hubo ningún cambio en el coche: simplemente, vinieron circuitos que se me daban mejor, me adapté al coche y a las características del campeonato, y los resultados fueron llegando, hasta que a final de año estuve luchando por el podio en la mayoría de las carreras. Ahora tengo ganas de empezar el año que viene.

A final del año le nombraron como el piloto con mejor progresión. ¿Se lo esperaba?

Antes de llegar allí me esperaba algo mejor, pero los pilotos de allí son igual de buenos que los de aquí o más. Vi que iba a ser difícil, pero me he adaptado relativamente rápido. En la gala en la que lo entregaron dijeron el dinero que del premio y pensé: "Le va a venir bien al que se lo lleve".

¿Qué fue lo que motivó su marcha a Estados Unidos?

Quedarse en F3 era ganar o ganar, y podía pasar de todo. Además, incluso ganando, no tiene tanto mérito porque ya habría sido en mi cuarto año. Seguir subiendo escalones era imposible aquí por el dinero que cuesta cada campeonato.

¿Le buscaron los equipos estadounidenses, o fue al revés?

Me llegaron ofertas de Estados Unidos, de varios equipos, algunos por correo electrónico y otro equipo incluso me enseñó el coche por Facebook. Decidí hacer un viaje para conocerlos a todos y ver el presupuesto que necesitaba cada uno. El equipo que más me gustó, encima me hacía la mejor oferta porque tenía interés en que corriera con ellos. No me lo pensé, me volví con el contrato firmado. Me gustó mucho porque vi que era un lugar en el que se podía hacer carrera y me podía ganar la vida bien.

¿Supone un gran cambio pasar de los trazados europeos a correr en circuitos ovalados?

Sí, es un gran cambio. Los circuitos urbanos, que son donde corremos en la primera mitad de la temporada, son muy estrechos, muy bacheados y no tienen casi seguridad. Luego, los circuitos ovalados se corren todo el rato a fondo. Son un tipo de carreras totalmente distinto. Sin embargo, igual que en Fórmula 1, por ejemplo, es muy complicado pegarte al coche de detrás porque pierdes apoyo aerodinámico enseguida.

¿Este paso supuso un gran cambio en la rutina que seguía en Valencia?

Totalmente. En ese momento llegas a echar de menos cosas que aquí das por hechas, como tener a tu familia, y no lo valoras. Te vas fuera, a una casa de estudiantes, y la vida de aquí se echa de menos. Mi padre ha venido a dos o tres carreras, y mi novia se vino en verano, a estar toda la segunda parte de la temporada.

¿La Fórmula 1 es una meta?

No. Ni siquiera pienso en esta competición ahora mismo. Hay muchos pilotos españoles y creo que no hay interés porque haya más. Si alguna vez corro en Europa buscaría correr el DTM o el Mundial de Turismos, alguna competición en la que pueda ganarme la vida como profesional. En la Fórmula 1 hay sólo 24 pilotos, no es como una Liga de fútbol en la que hay veinte equipos. En todo el mundo hay más de 24 pilotos buenos, esos otros están en otros campeonatos donde también es muy difícil correr y ganar, como en Estados Unidos.

Si sigue en las Indy Light se quedaría como uno de los pilotos favoritos.

Los que han terminado en los tres primeros puestos intentarán correr la Indy Car, y el cuarto y el quinto están buscando un puesto en otros campeonatos, por lo que me quedo como el mejor clasificado para el año que viene. Quizá esta sea una de las razones por las que me han dado el premio a la mejor progresión.