Siempre le acompaña la sonrisa. Llega puntual a la cita —extraño en él— y aguanta desinhibido la sesión fotográfica. Se sienta en uno de los banquillos del miniestadi de la Ciudad Deportiva, se arremanga hasta el codo las mangas de una estrecha camisa azul cielo y empieza a conversar. No tiene prisa y silencia el teléfono.

¿Es un éxito acabar terceros en la Liga?

Y tanto, sobre todo por cómo han estado el Barcelona y el Madrid. Hemos tenido altibajos y, aunque no lo parezca, hemos pasado por momentos muy difíciles. El objetivo era acabar terceros y es como hemos acabado. Creo que ha sido una temporada extraordinaria y que es para felicitar a todo el equipo.

Han sido, vistos los números, los mejores de los mortales.

Pues sí, seguro que equipos como el Sevilla o el Atlético de Madrid hubieran querido estar ahí, ya que empezaron la temporada aspirando a todo y mira... Ser tercero no es fácil. Para estar ahí arriba hay que ser muy regular y un equipo muy fuerte durante toda la temporada. Nosotros, al contrario de otras ocasiones, hemos sabido levantarnos ante cualquier adversidad. Habrá gente a la que le gustará más o menos, o valorará mejor o peor la temporada, pero hemos sido un equipo fuerte.

Y de forma global, ¿el capitán cómo valora la temporada?

No sabría dar una nota. Si digo sobresaliente, habrá gente que dirá que me he pasado.

Opine libremente.

Te quiero decir que, para mí, ha sido una temporada muy buena porque hemos sido un equipo constante y siempre hemos salido a ganar. Cuando hemos tenido un bache o nos hemos despistado, rápidamente nos hemos levantado y enchufado otra vez, y eso es lo importante de un equipo. Ser tercero en una liga tan larga y competitiva como esta, no es fácil y por eso para mí, el resultado ha sido sobresaliente. Barça y Madrid, nos guste o no, están un escalón por arriba. ¿Una nota?, pues un sobresaliente.

¿Por qué cree que, con un resultado tan bueno a su juicio, la gente está tan desilusionada?

El final del partido contra el Levante fue malo y empañó el haber conseguido matemáticamente el tercer puesto. Nosotros, por ser el último partido en Mestalla, queríamos ganar y dar una buena imagen, pero no se consiguió. Yo respeto el malestar de la gente y me duele, pero para mí no es justo porque acabar tercero ha sido muy complicado. En el vestuario estamos satisfechos.

¿Le gusta el juego del Valencia?

A mí me gusta la filosofía del Valencia y la idea con la que trabaja el club. Durante toda la temporada hemos sido un equipo que ha salido a ganar en cualquier campo, a dar espectáculo e imponer nuestra filosofía. Es verdad que, en algunos momentos, no lo hemos logrado porque el rival no nos ha dejado o porque nos ha faltado frescura. Los resultados nos avalan y sí, me gusta el juego que hemos hecho.

¿En algún momento han sentido que se les ponía el listón demasiado alto y que las expectativas se disparaban? ¿Cree que las críticas han sido, por momentos, desmesuradas?

Es posible. Llevo cinco años aquí y la exigencia es alta. Pero hay que saber en qué etapa nos encontramos y de dónde venimos. Aquí se exige mucho y siempre se busca un porqué, pero bueno, toca convivir con ello. Al final, y nos hemos vuelto a dar cuenta, lo importante son los resultados y es lo que se valora.

Emery es elogiado por unos y criticado por otros. Desde dentro, déme unas pinceladas de en qué ha mejorado el técnico en estos tres años.

Ha aprendido mucho y rápido. Es un tipo inteligente y sabe con qué quedarse y con qué no. Se han ido jugadores importantes, pero él ha sabido cómo fortalecer el grupo. Dos años consecutivos hemos acabado terceros.

¿Se ha sido más equipo que en años anteriores?

Creo que sí. Hemos sido un bloque y sobre esta columna vertebral se ha cimentado todo, más allá de la aportación de uno u otro.

¿Cree que se le ha exprimido todo el jugo a la plantilla?

Sí, al máximo. Date cuenta de que la liga ha sido dura, difícil y el calendario ha sido apretado porque hemos jugado otras dos competiciones que nos han desgastado mucho. El míster exigía el máximo en cada partido, ya fuera en Champions, Copa o Liga.

Este año casi todos los puestos han estado doblados, ¿esta competencia les ha obligado a esforzarse más

?

Puede ser, pero cada uno sabe qué es lo que debe hacer y cada uno tiene sus aspiraciones. En mi caso, tanto Pablo como yo, hemos disfrutado de muchos minutos. Para el míster, tener a dos jugadores por puesto, seguro que habrá sido agradable en unos momentos y jodido en otros.

Ha hecho su mejor campaña como valencianista, pero ¿en qué ha mejorado respecto a años anteriores?

Sí, ha sido mi mejor campaña. Pero que quede claro que no se ha visto un jugador diferente, sólo que al tener más regularidad he rendido mejor. He disfrutado mucho porque he tenido continuidad de partidos y eso es lo que te afianza y te hace sentir importante. También es verdad que han influido otras cosas más personales.

¿Le ha venido bien ser capitán? Se lo digo por la autoestima.

Es un orgullo muy grande que tus compañeros te elijan para que los representes en un club como el Valencia.

Como capitán, ¿se ha tenido que comer muchos sapos?

No, para nada. Cuando ha saltado la liebre, que aquí salta rapidito, hemos cogido el toro por los cuernos, lo hemos hablado en el vestuario y se ha tratado de secar el problema. Aquí no nos podemos esconder y hay que ser transparentes. Hemos opinado todos y los problemas nunca se han arrinconado y sí se han tratado siempre de solucionar. En un grupo, si hay cordialidad, todo fluye mejor.

Ustedes hablan mucho de profesionalidad y una de las palabras que más se ha pronunciado este año ha sido indisciplina. ¡Vaya contradicción!

Son cosas que pasan en todos los equipos y, no sé por qué, aquí se hace público y llama más la atención. Las cosas que son un granito, cuando las recogen los medios, ya son una montaña. Muchas cosas, y no es por justificar nada, en muchos casos se han malinterpretado.

¿Como qué?

Dejémoslo y disfrutemos del tercer puesto que nos ha costado mucho conseguirlo.