En una entrevista que le hicieron a Joan Lerma cuando era presidente de la Generalitat le preguntaron que opinaba del tema de las banderas valencianas. Se discutía entonces con acaloramiento en la polémica existente entre los llamados "blaveros" y los llamados "catalanistas". Joan, con habilidad digna de un astuto granota, contestó que no opinaba al respecto porque su bandera era la del Levante U. D. Aunque la respuesta pareciera una huída por la tangente nos gustó por citar con cariño algo levantinista.

En la presentación de las nuevas camisetas para la próxima temporada del Levante vemos que incorpora la de la senyera y nos ha recordado la afirmación de Joan Lerma sobre las banderas valencianas. El periodista deportivo Paco Gisbert, en un acertado artículo de esta semana en Cartelera Turia titulado "La camiseta de la discordia", explica bien la cuestión. Cuenta el rechazo que siempre tuvo la senyera como uniforme del Valencia por parte de quienes no comulgaban con el valencianismo regionalista de derechas. Y afirma que la camiseta de la senyera acabó convirtiéndose para los que vivieron aquellos tiempos conflictivos de banderas en "la imagen de la discordia y el icono de la sinrazón".

Nosotros estamos de acuerdo con Paco Gisbert y no aplaudimos la decisión de vestir a nuestro Levante con una camiseta rechazada por una importante parte de su afición. Desde hace tres temporadas acostumbramos a elogiar continuamente a los responsables del club desde el presidente Quico Catalán al último empleado. Lo hacemos porque verdaderamente se lo merecen pero no seríamos honrados con nosotros mismos si al presentar algo que no nos gusta lo pasáramos por alto. "Nadie es perfecto", le decía Osgood Fielding III a Jack Lemmon al final de la estupenda comedia "Con faldas y a lo loco". Tampoco demuestra serlo, a nuestro entender, Quico Catalán con el asunto de la senyera. Aunque sea "Pecata minuta" al lado de sus incontables aciertos y tenga además la oportunidad de corregirlo. Porque en sus manos y las de su Consejo se encuentra la decisión de no utilizar este uniforme conflictivo. Entre otros motivos para impedir discusiones de los levantinistas que prefieren tomar el Paternina con banda azul y los que preferimos tomarlo con banda roja. Estamos en unos tiempos de unidad granota y consideramos que no deberían provocarse absurdas desuniones por temas de uniformes y banderas.

En nuestro caso sería una buena noticia no volver a escribir sobre este espinoso tema y dedicarnos como siempre a temas deportivos. Por ejemplo a desear a Farinós que ofrezca lo mejor de sí mismo en su nueva etapa granota. Nos parece un refuerzo importante que puede dar carácter al centro del campo levantinista. Y en cuyo buen rendimiento confiamos porque lo avala Manolo Salvador, el mejor secretario técnico, tras Ramón Balaguer, que hemos conocido en el Levante desde que comenzamos a ir al fútbol.