El discurso del Valencia respecto a la salida de Joaquín es firme. En público. El jugador, insisten, no se vende por menos de cinco millones de euros, cantidad que se le adeuda al Betis. Desde Málaga, desvelan, que las posturas se han acercado y que esta semana debe cristalizar la operación. Y es posible, porque en la secretaría técnica ya se trabaja en el recambio del gaditano y en las combinaciones que Emery podría utilizar si Joaquín finalmente recala en el Málaga. La opción barata es convertir a Feghouli en el recambio de Pablo Hernández. Pero Emery, quiere a un jugador más hecho y que aporte un plus al equipo.

La dirección deportiva ha preguntado por el jugador del Barça, Jeffren Suárez. El jugador de origen venezolano se desenvuelve bien como extremo y delantero y sería la pieza perfecta para el puzzle que Unai está tratando de encajar y que parece cuesta cuadrar. La operación, no obstante, es muy complicada ya que el Barça no facilitará la salida del venezolano. Sin embargo, la posibilidad de disfrutar de protagonismo en un equipo como el Valencia atrae al futbolista formado en las categorías inferiores del CD Tenerife.

Internacional en las categorías inferiores, el Barcelona ha tratado de abaratar la operación por Alexis Sánchez ofreciendo al jugador al Udinese, pero éste se ha negado. El padre y representante del jugador, Efren Suárez, teme que si se marcha al club italiano, éste lo ceda al recién ascendido Granada, entidad que comparte propietarios con el club italiano.

El jugador, concentrado con la sub-21, dijo hace unos días cuando fue preguntado sobre la posibilidad de ser utilizado dentro de una operación que "a ningún jugador nos gusta ser moneda de cambio, queremos que nos valoren como es debido. Veremos lo que se puede hacer".

Jeffren, de 23 años, acaba contrato con el Barça en junio de 2012 y a su entorno ya le ha comunicado que cree que su etapa en el Barça ya ha terminado. "No me gusta, después de siete años tenía un sueño que era triunfar y veo que no lo podré cumplir", explicaba hace una semana cuando empezaba a resignarse de tener que salir del Barcelona. "Habrá que buscar otra cosa", dijo entonces. La salida, parece asumida. Otra cosa seré el destino.

Otros de los nombres que están en la agenda de la secretaría técnica son los del zaragocista Ángel Lafita y el osasunista Javier Camuñas. Económicamente, la incorporación de Lafita sería la más accesible dada la situación económica del Zaragoza, que está en concurso de acreedores. El precio de salida es de tres millones. El club aragonés le debe más de un millón de euros al Valencia por los traspasos de Arizmendi y Aimar, mientras que también cuenta entre la amplia lista de acreedores con el propio representante de Lafita, García Quilón, al que adeuda cerca de 600.000 euros.

En el caso de Camuñas, es su edad (30 años) su principal inconveniente. Cuando se concrete la salida de Joaquin se afrontará la llegada.