La renovación del Valencia CF tras el mercado de verano ha sido integral. El club se ha transformado deportivamente, reforzándose en todas las posiciones y rebajando la media de edad de la plantilla a los 25 años y que se espera que aporte su mejor rendimiento como bloque a medio plazo. Al mismo tiempo ha seguido regenerándose económicamente, con un saldo final positivo de 8,4 millones provocado por la venta de Juan Mata al Chelsea por 28 millones, seguido por las salidas de Isco (6 millones), Joaquín (4,2) y Fernandes (2). En la liga española, sólo el Atlético de Madrid ha sacado más dinero en ventas, al desprenderse por 72 millones de sus máximo baluartes, De Gea y el Kun Agüero.

Ese beneficio puede ir en aumento con la previsión de ingresos de pasar la primera fase de la Liga de Campeones, con la que el club pretendía, en un inicio, cubrir el desfase producido por los fichajes sin tener la necesidad de vender a Mata. Porque el Valencia -y ésa ha sido una de las principales noticias del verano- volvió a plantarse en el mercado como un club comprador, por primera vez en los dos años de presidencia de Manuel Llorente, basados hasta ese momento en la austeridad en los refuerzos y en la venta de las grandes estrellas. Así, se redujo la deuda del club desde los 550 millones a los 360 actuales. Ha sido, con 31,8 millones , el quinto club que más ha invertido, solo por detrás de Barcelona (63 millones), Málaga (55), Real Madrid (55) y Atlético (53).

Todos ellos han invertido grandes cantidades en las contrataciones de jugadores concretos. El Barcelona, sin contar con los incentivos, gastó 61 millones en Cesc y Alexis Sánchez; el Real Madrid, 30 en Coentrao; el Atlético 40 en Falcao y el Málaga del jeque catarí Al-Thani 20 en Cazorla. Por su parte, el Valencia ha repartido más el gasto. La apuesta más fuerte es la del central Víctor Ruiz y el extremo Pablo Piatti, que han supuesto el desembolso de 7,5 millones cada uno. El central Rami y el mediapunta Parejo costaron seis millones, respectivamente, por los 3 del guardameta Diego Alves y el 1,8 que costó el lateral derecho Barragán.

Soldado como líder natural

Desde el club se insiste en el futuro del bloque de un equipo que, a pesar de las significativas marchas de Villa y Silva, no había perdido potencial deportivo y revalidó la pasada campaña la tercera plaza. La venta de Mata deja a un equipo marcado por su juventud sin su último gran referente. Al vestuario le urge redefinir los roles y jerarquías internas. Con el veterano David Albelda afrontando la recta final de su trayectoria, ese testigo parece que ha sido recogido por Roberto Soldado. El delantero valenciano cumple su segunda temporada en el club, pero con su carácter y buen rendimiento sobre el terreno de juego ha ganado en autoridad.

Braulio da salida a casi todos los descartes

El otro gran logro de la secretaría técnica coordinada por Braulio Vázquez ha sido el de poder dar salida a la mayoría de futbolistas descartados, cuya situación en el club se había enquistado con las elevadas fichas que percibían y su poco protagonismo deportivo, factores que impedían que se materializara el interés de posibles clubes. Bien por extinción de contrato, rescisión, cesión o traspaso han abandonado el club David Navarro, Chori Domínguez, Renan, Fernandes, Nacho González, Aarón Ñíguez, Sunny, Moyà, Vicente, Stankevicius y Del Horno. Ninguno contaba para Emery. Sólo han quedado sin salir Miguel, cuya rescisión se intentó hasta el último momento; Maduro, de quien el club está contento por su profesionalidad, y Banega. El argentino se preveía que fuese la gran venta -antes de que el Chelsea irrumpiese por Mata-, pero no se concretó el amago de interés del Inter de Milán. Con todo, la diferencia entre los sueldos ahorrados y el que se asume por los nuevos fichajes deja el coste de la plantilla rebajado en un 20 %. v. chilet valencia