Trabajar los triunfos a partir de la defensa. Esa es la máxima que defiende Paco Olmos desde su regreso al banquillo del Valencia Basket. Una consigna que ayer, en el derbi ante el Lucentum de Alicante, se cumplió sólo a medias. La defensa fue notable, pero no sirvió para que el equipo valenciano evitase la segunda derrota de la temporada ante un equipo que registró 26 pérdidas de balón.

Los dos conjuntos saltaron a la cancha extramotivados. Claro reflejo de ello fueron las excesivamente agresivas defensas que plantearon, las cuales les llevaron a que, a mitad del primer cuarto, cuando el marcador reflejaba un ajustado 7-6, todas las canastas hubiesen llegado desde la línea de tiros libres, a excepción de un triple de Pedro Llompart para los alicantinos. Fue en el tramo final de este cuarto cuando los ataques consiguieron empezar a imponerse a las defensas, destacando el papel de Nik Caner-Medley para los valencianos, tanto para lo bueno como para lo malo.

El norteamericano, que en la anterior jornada se había quedado sin anotar, quiso ser el protagonista del partido y lo consiguió siendo el máximo anotador de los valencianos en este cuarto (7 puntos), y también quitándole rebotes a sus propios compañeros y pecando de individualismo en ataque. Una actitud que a su entrenador no le gustó, por lo que decidió sentarlo en el banquillo. En los segundos diez minutos, Kyle Singler consiguió hacerle daño a los de La Fonteta, liderando el parcial de 2-12 con el que los de Alicante distanciaron en el electrónico a los de Paco Olmos.

Entonces apareció la figura de Markovic. El serbio forzó una antideportiva con la que los valencianos impulsaron un parcial de 11-0 que les puso de nuevo liderando el marcador, 33-29. Dos triples de Kuksiks aumentaron la distancia, pero los alicantinos reaccionaron y establecieron el 39-35 con el que se llegó al descanso.

De nuevo, un final de infarto

Tras el paso por vestuarios, el partido siguió en la misma línea. Cuando un equipo conseguía distanciarse mínimamente, el otro reducía diferencias. Así, el partido llegaba a los últimos diez minutos con un ajustado 56-60 favorable a los visitantes, y parecía que la buena defensa de los de Olmos podía darles la victoria. El Lucentum no consiguió anotar en los primeros cinco minutos del cuarto, pero los valencianos no encontraban el aro visitante. Tuvo que entrar en pista Rafa Martínez para solucionar el problema. Un triple del catalán ponía en pie a La Fonteta y a su equipo por delante (61-60). Pero el Lucentum aún no había dicho su última palabra, y se puso por delante cuando llegaba el último minuto del partido (63-67). Lishchuk devolvió la esperanza con una canasta y un robo, pero en la jugada que podía poner a su equipo por delante, el ucraniano hizo pasos. El Valencia BC forzó faltas para que el Lucentum fuera a la línea de personal, donde Dewar y Freire no perdonaron, y recuperar la posesión. De Colo tuvo el empate, pero el galo falló su triple sobre la bocina y el derbi se fue para Alicante.