Frenéticas horas las de Velimir Perasovic. Es lo que marca el calendario y la exigencia de un Valencia Basket inmerso en la dinámica de la Liga Endesa y la Eurocopa. De la grada ante el Estudiantes a la sala de prensa para su presentación oficial como técnico al primer entrenamiento de ayer en el pabellón de la Fuente de San Luis, su particular oficina hasta finales de temporada.

Pocos más tendrá hasta la disputa de su primer partido oficial que se disputa este martes (17 horas, Nou 2) en Praga, ante el Nymburk checo, a casi 60 kilómetros de la capital Praga, donde defenderá su primera plaza del grupo I. El que gane se quedará como líder en solitario, ya que su rival también venció ante el Riga y el Gravelines. Una primera cita importante para calibrar el estilo que quiero imponer el croata, basado, como él mismo afirmó, en una defensa «agresiva en intensa». una de las carencias de la plantilla en numerosos encuentros pasados y que le han llevado a estar fuera de la próxima edición de la Copa.

Una competición que supone siempre el pase directo a la Euroliga y en la que Perasovic estima que es una puerta quizás más fácil que en la Liga. «Cualquier opción es buena. Es difícil decir que es más fácil Eurocup porque podríamos enfrentarnos a equipo difíciles, pero nuestro objetivo es estar en la Final Four, si se juega en Moscú y el máximo favorito es el BC Khimki Ruso, pero llegando a la final a cuatro todo es posible. La liga, la regularidad se premia, pero ahora mismo parece que es más fácil hacerlo por la Eurocup».

El otro frente abierto en el seno del club que deberá suturar Perasovic es el distanciamiento entre el cuerpo técnico y los servicios médico y la tardanza en los procesos de recuperación de, primero, Claver y Faverani, y ahora de Markovic y Ogilvy, cuya fecha de reincorporación se desconoce ante la opacidad informativa. Una situación que el propio entrenador reconoció en su presentación.