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La tormenta desencadenada por los supuestos insultos racistas de John Terry ha dejado a Inglaterra sin capitán ni entrenador a solo cuatro meses antes de la próxima Eurocopa, una cita en la que la selección se siente obligada redimirse de la impresión gris que dejó en el último Mundial.

Fabio Capello no toleró que la Federación inglesa (FA) negara su autoridad al apartar a Terry como capitán del equipo sin contar con su opinión y trastocó todos los planes del máximo organismo del fútbol inglés al presentar su renuncia de manera abrupta.

El presidente de la FA, David Bernstein, dejaba traslucir el estado en el que ha quedado la selección inglesa: «La situación no es tan mala como puede parecer», apuntó.

Bernstein reiteró su opinión de que Terry no podía lucir el brazalete de capitán de Inglaterra mientras esté acusado de dirigir insultos racistas a su compatriota Anton Ferdinand en un partido de la liga inglesa, a pesar de que Capello se oponía a imponerle un castigo hasta que los tribunales dictasen sentencia, después de la Eurocopa.

El desplante del italiano parece haber tomado por sorpresa a la Federación, que no pudo anunciar a un nuevo seleccionador y se conformó con encargar al técnico de la sub'21, Stuart Pearce, que dirija al combinado absoluto de manera interina, hasta que encuentren al candidato idóneo para la cita europea de Polonia y Ucrania, que comienza el 8 de junio.

Quien se haga cargo del puesto de Capello se encontrará con un trabajo a medio hacer con el que el italiano pretendía renovar a una selección plagada de veteranos que cayó en octavos en el pasado Mundial de Sudáfrica.

A las órdenes del italiano, diversos jugadores jóvenes se incorporaron al equipo en los últimos tiempos, como el centrocampista del Arsenal Jack Wilshere y el defensa del Manchester United Phil Jones, ambos de 19 años.

Invicta desde hace un año, Inglaterra se clasificó con comodidad para la Eurocopa y superó a España, actual campeona de Europa y del Mundo, en un amistoso en Wembley el pasado noviembre. El mejor situado para continuar la labor del italiano es el actual técnico del Tottenham, Harry Redknapp, que ya era desde hace meses el principal favorito para suceder a Capello cuando terminara su contrato este verano.

Redknapp, de 64 años, nunca ha entrenado a alguno de los grandes clubes de la Premier League, pero se ha ganado el respeto del fútbol británico por sus logros con equipos modestos.

En 2008 ganó la Copa de Inglaterra con el humilde Portsmotuh, mientras que, con el Tottenham, se midió el año pasado a los grandes de Europa, al llegar a cuartos en la Liga de Campeones, y ha convertido esta temporada a los «Spurs» en el equipo revelación. Redknapp subrayó que se encuentra en estos momentos «centrado» en su trabajo en el Tottenham, si bien las muestras de apoyo a su nombramiento como seleccionador no parararon de producirse.

Uno de los que más claramente se expresó a favor del técnico de los «Spurs» fue el defensa del Manchester United Rio Ferdinand: «Creo que lo que necesitamos ahora es un técnico inglés. No podemos dejar que pierda nada más en la traducción. Harry Redknapp sería mi opción, por mucho», dijo.

Wayne Rooney, una de las estrellas de la selección y un firme candidato a sustituir a Terry como capitán, también secundó un eventual nombramiento de Redknapp. «El reemplazo de Capello tiene que ser un inglés. Para mí, Harry Redknapp», opinó el delantero de los «diablos rojos» a través de las redes sociales.

Capello, en Rusia

Por otra parte, Capello se encuentra en Moscú, según informó «Sport-Express», supuestamente para reunirse con la directiva del club ruso Anzhí de Majachkalá, donde milita el brasileño Roberto Carlos.