El entrenador del Levante, como no podía ser de otra forma, se fue del Santiago Bernabeu «muy orgulloso» de su equipo. «Hemos sabido plantear el partido, hemos dado la cara y hay que estar muy orgulloso». Sobre la polémica jugada del penalti que, a su buen entender, «marcó el devenir del partido» añadió que «nos deja con diez, pero hay que seguir y pensar en el Rayo». Juan Ignacio Martínez reconoció que había habido «contacto con las manos» de Iborra, pero dejó claro que «otra cosa es la voluntariedad». Eso sí, «ha pitado el árbitro y hay que seguir». Quien conoce a JIM sabe que no suele entrar en polémicas arbitrales y ayer no era una excepción. Pese a ello, sí aseveró que «no todas las manos tienen que ser tarjeta amarilla y si la pena máxima es penalti te quedas, además, con diez y quedarte con diez en el Bernabeu, con toda la segunda parte por delante, es un castigo muy duro».

El entrenador fue preguntado en varias ocasiones si creía que con la ventaja de diez puntos que el Madrid saca ya al Barça, los blancos tiene ya casi ganada la liga. Él aseguró que tienen «mucho potencial y añadió que «la distancia que han sacado es muy importante y es difícil que se les escape porque son muchos puntos de ventaja y más con este Madrid que genera muchas ocasiones en cada partido». Sobre Mourinho, dijo que «en Valencia tuvo un trato muy bueno conmigo cuando ganamos y hay que felicitarles ahora». Finalmente, dijo que «ya la semana pasada el equipo se vio más entero y va recobrando esas sensaciones a pesar de que queríamos haber sumado y era un marco incomparable».

Al preguntarle sobre la agresión de Ramos a Del Horno dijo que si un árbitro como este no lo ha interpretado así «no sé qué pensar» para luego volver a destacar que el equipo «nunca se rompió y dio la cara hasta el final y eso nos tiene que servir para animarnos de cara a los próximos partidos».

Mourinho todavía no se fía

El Real Madrid dio ayer un gran paso para ganar la liga, pero su entrenador, Mourinho, prefiere ser cauto: «Faltan muchos puntos y partidos. Cada partido es difícil de ganar y cada vez más porque a partir de ahora la gente no quiere descender juega a máximo, la gente que quiere ganar posiciones de Europa también». Eso sí, reconoció que tienen «un pequeño margen de error», pero aún tenemos partidos complicados».

Sobre el Levante, dijo que «era un rival muy fuerte, muy bien organizado, hasta con diez jugadores sabían perfectamente lo que tenían que hacer en el campo».